El corredor de uvas y vinos Luis Eduardo Solar V. analiza causa de mermas hasta de un 50% en algunas cepas. Desconfianza en SAG, suma incertidumbre a un escenario ya complejo.

En una comunidad que participo de WhatsApp, los productores de uvas viníferas dan a conocer sus rendimientos (a la fecha). Principalmente, cepas blancas, tintoreras y algunas tintas más tempraneras; todos a la baja desde un 15% hasta un 40%. Rendimientos iguales o mejores que la vendimia 2024, ninguno. Como Corredor puedo decir que mis clientes están en más menos los mismos números que señalan los productores por WhatsApp, e incluso llegué a 50% en un caso de Sauvignon Blanc.

Las razones que se dan van desde las muy agronómicas, hasta el calentamiento global. Será difícil tener una sola opinión, ya que, en el rubro frutícola chileno 2025 en general, hay más aumento que bajas en sus rendimientos.

Pienso que hay un punto no menor en esta caída de producción y destaco, es en mi opinión. Los trabajos que se le han realizado a los viñedos. Los precios en caída permanente hasta llegar a su piso en la cosecha 2024, llevó a que el productor-agricultor hiciera las faenas y aplicaciones mínimas; podas que finalizaron en pre-podas, fertilización inexistente,  los riegos  que se pudieran y no los que necesitaba el viñedo. Y, no solo esta temporada,  si no que fue una constante desde que los precios venían en descenso y, quizás,  estas reducciones presupuestarias son causantes también del aumento de oídio, enfermedad fungosa que se ha visto muchísimo más que años anteriores. Y sí a todo esto le sumamos diferentes tópicos climáticos,  dan la ecuación perfecta para una caída brusca en la producción.

Esta conclusión, me hace más sentido porque he visto bajas menores en viñedos donde los manejos no han tenido ninguna restricción en las aplicaciones correspondientes.

Y quizás por esto mismo, las grandes viñas aún creen que la caída no es tan grande ya que en sus propios viñedos ven una realidad distinta, ya que sus trabajos no han tenido ninguna sustracción que los hiciera perder productividad.

Ahora bien, cuando conozcamos los resultados de esta vendimia en un lejano fin de agosto 2025, tampoco vamos a saber con exactitud de cuánto fue la baja en producción de uvas, ya que no se sabe aún la cantidad de arranques de viñedos. Las hectáreas que no fueron trabajadas y menos cosechadas; los vinos que se hicieron con uvas no viníferas que luego no son declaradas en el segmento “vinos de uva de mesa”. Aunque el SAG ha insistido, en un comunicado del 18 de este mes, que ha reforzado las fiscalizaciones en la vendimia 2025.

Lamentablemente y con esto cierro, el SAG es una institución que no da el ancho y padece de un escepticismo total por parte de los agricultores, productores, embotelladores de vinos. Sus informes de vendimia, existencias de vinos y Catastro de superficies plantadas, no tienen credibilidad en ningún estamento del rubro.

El SAG sí  tiene credibilidad en otros temas que maneja, o sino que lo diga el Presidente de la República.

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