FOTOS EN LAS REDES

Publicado el 14 diciembre 2016 Por Pilar Hurtado/ @lacomensala

Pilar Hurtado reflexiona sobre el fenómeno de la gastronomía en las redes sociales (RRSS) y enumera los tres restaurantes que durante este último año han pasado la prueba del día cualquiera, post lanzamiento mediático.

Con el imperio de las redes sociales y las agencias de prensa, las cosas entre cronistas gastronómicos han cambiado. Hace unos 10 a 15 años, eran los propios chefs de los locales quienes invitaban a los entonces pocos periodistas especializados a probar sus cartas nuevas, en grupos pequeños donde todos nos conocíamos. De fotos, ni hablar, generalmente esas se hacían después, en un momento especial. La hora de comer era eso, hora de comer, para que los platos no se enfriaran y poder disfrutarlos en condiciones óptimas. Luego uno decidía si quería destacar algún plato en su medio.

En cuanto a las agencias de prensa, sólo los grandes hoteles tenían sus encargados de relaciones públicas, los restaurantes no. Hoy el panorama es muy diferente, las campañas de prensa de nuevas cartas e inauguraciones de restaurantes son pan de cada día, y los cronistas recibimos varias invitaciones a la semana y toneladas de comunicados con fotos listos para publicar. En muchos de ellos, uno va en la copia oculta junto con varios personajes más, sean ellos periodistas, foodies, embajadores de marca o simplemente personas populares en las RRSS, es decir, con muchos seguidores. Pongamos un ejemplo.

Escena 1, un jueves presentan la carta de un nuevo restaurante, los invitados son cronistas gastronómicos y los personajes arriba descritos –foodies, bloggers y gente con muchos seguidores y celulares de última generación-. Todos llegan relativamente puntuales y se ofrecen algunos tragos para achispar el ambiente y relajar las exigencias. Una vez sentados a la mesa, van llegando los platos. Ese día se ha tenido especial cuidado en cada detalle en la cocina y el servicio, y las chicas de la agencia de prensa se pasean con ancha sonrisa por las mesas, escrutando las caras de los cronistas más viejos, a ver si les está gustando. Al llegar los platos, hay una cola de celulares fotografiándolos desde diferentes ángulos y todas esas fotos son subidas de inmediato a Instagram, Facebook, Twitter, abriendo el apetito de los seguidores y por lo general con comentarios auspiciosos y entusiastas, ya que como dijimos, ese día se echó “toda la carne a la parrilla”.

Las sucesivas fotos generan ruido en las RRSS y el público responde interesado y más de alguno, salivando, irá a darse una vuelta más tarde. ¡Todo un éxito! Si hasta los tweets están, así como los centímetros en El Mercurio, valorizados en dinero.

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Escena 2, un martes en la noche, el cronista en su rol de crítico, o bien como un comensal cualquiera que pagará su cuenta, llega al mismo local anterior. Ya no hay prensa especializada, no hay foodies, no hay agencia de prensa cuidando los detalles. Y muchas veces, más de las que uno quisiera, ni la comida ni el servicio son de la misma calidad que el día de la Escena 1, por lo que la decepción es grande y, muchas veces, crece la rabia. Porque aquí no está en cuestión el rol de las agencias de prensa, que como periodistas nos facilitan mucho el trabajo. Lo que a mí no me gusta es generar en el público falsas expectativas de locales que funcionan perfecto y tienen una comida alucinante cuando invitan a quienes opinarán sobre ellos y luego, a los comensales que van pagando su cuenta, los tratan fatal.

EL POSTRE

Como todo en la vida, las cosas caen por su propio peso, es verdad. Si un local es malo después de la elpostre_presentación en sociedad con bombos y platillos, el público dejará paulatinamente de ir. La campaña de prensa podrá haber sido un éxito, llenando de publicaciones los medios, pero si la calidad no se mantiene en el tiempo, no será más que un engañabobos condenado a muerte. Así que ojo con el bombardeo de fotos –que hasta yo subo- cuando vea que todos los posteos vienen de gente que está en la misma fiesta. Finalmente, para saber cómo es el lugar, hay que ir un día cualquiera y ser atendido como cualquiera. Si pasa esa barrera y pasó la de las fotos, será un local para tener entre los favoritos. Esta es la lista de los que han pasado la prueba en el último año y medio (misma calidad y servicio cuando fui invitada y cuando fui pagando):

The Singular Santiago:

Dirección: Merced 294. Santiago Centro.  Tel: +56 2 23068820

Salvador Cocina y café:

Dirección:  Bombero Adolfo Ossa 1059, Santiago. Tel: *562 2673 0619

Quínoa:

Dirección: Luis Pasteur 5393,Vitacura. Tel:  +56 2 2954 0283

Pilar Hurtado es periodista, magister en literatura, amante de los viajes, la buena mesa y los vinos, autora de varios libros donde la cocina es protagonista (Memorias de una golosa; Cocinar es fácil y entretenido; Recetas al pie de la letra, en conjunto con el ilustrador Alberto Montt; Cuaderno de recetas, en conjunto con su madre, Pilar Larraín). Columnista de gastronomía de revista Mujer de La Tercera, ex presidenta del Círculo de Cronistas Gastronómicos y secretaria de la Corporación por las Cocinas de Chile PEBRE.

Artículos anteriores de Pilar: «Comiendo con los Roca»

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Un comentario

  1. […] Entre reflexiones de fin de año, Pilar Hurtado nuestra cronista gastronómica, nos revela  sus tres sobrevivientes tras la imparable Era RRSS. […]

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