TONELERIA NACIONAL 2.0

Publicado el 16 junio 2017

La próxima vez que salgan del Túnel Lo Prado, en dirección a la Costa del Pacífico desde Santiago, no dejen de mirar hacia abajo. Aquí les contamos de qué se trata lo que verán en medio del paisaje.

La historia oficial detrás de Tonelería Nacional, la contamos en nuestro primer reportaje enfocado en esta empresa ejemplar de la industria del vino en Chile. La historia oculta mucho más sabrosa – y que bien puede haberse dado en paralelo a la oficial tal vez con más o menos cuento- la conocimos tras visitar junto a la Cofradía del Mérito Vitivinícola las nuevas instalaciones de TN que estarán 100% operativas en septiembre de este año. El protagonista, sin duda, es el mismo: Alejandro Fantoni, hijo de un empresario de origen italiano especializado en la producción de ventanas y puertas.

La historia nos la cuenta Francisco Gillmore, dueño de Viña Gillmore/Tabóntinaja y vecino de Calina (viña chilena del grupo norteamericano Kendall Jackson). Por el año 1994, cuenta Gillmore, Randy Ullom el director enológico de Kendall había mandado a comprar barricas a la tonelería de su filial (World Cooperage), pero el pedido llegó desde California a un precio exorbitante. Para abaratar costos el segundo encargo lo pidió Ullom con las barricas desarmadas; en Chile conseguiría quién se las armara.

Ahí entra Gillmore en la historia para ayudar en la búsqueda, que no fue nada fácil. Tras muchos intentos fallidos tomaron un listado de empresas que hacían muebles, entre ellas la del padre de Fantoni. Alejandro Fantoni al parecer, fue el único que aceptó el reto y se apareció con su ebanista. La tarea resultó mucho más difícil de lo que pensaban. Gillmore cuenta -con su característico humor- que tenían que ir a Calina con taquitos de madera para tapar los hoyitos, pues esas primeras barricas armadas en Chile con madera traída desde Estados Unidos, parecían coladores.

Para entender cómo hacerlo bien, Fantoni mandó a su ebanista a World Cooperage en Estados Unidos. Luego, él mismo se fue a Francia para aprender a comprar las maderas.  Se hizo muy amigo de un gran experto y aprendió todo lo que necesitaba para comenzar con su propia operación: Tonelería Nacional, con el mismo sueño que comparte hasta hoy, abaratar los costos de producción y envío a partir de maderas traídas desde la fuente. Eso es principalmente de Francia (60%), Estados Unidos (35%) y Rumania; también de este último país compran maderas de especialidad, como nogales, acacias, cerezos.

Hoy esta empresa chilena, líder en innovación, tiene oficinas en Argentina, Sudáfrica, Italia y Estados Unidos, sus principales mercados; además de clientes en 32 países. En Chile, está su casa matriz, aunque éste mercado nacional -casa de herrero cuchillo de palo, como dicen- representa solo un 8% de sus ventas.

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Casi 20 años después de esta historia, Tonelería Nacional, liderada por Fantoni,  está a punto de cambiarse de casa, y dejar atrás sus instalaciones en Colina. La construcción con la más alta tecnología se construyó bajo su dirección. Así es, fue el mismo Fantoni quien sirvió de empresa constructora; ingenio – vamos viendo-  no le falta. La nueva planta que duplicará la capacidad de operación (aunque no se vaya a utilizar en el corto plazo) está ya en detalles de terminaciones en un predio entre Santiago y el puerto de Valparaíso.

 

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La próxima vez que viajen por la Ruta 68 en dirección a la costa, no dejen de mirar hacia abajo, hacia María Pinto,  a la salida del túnel Lo Prado. Verán junto a una gran casona y su bosque de viejos árboles, tres galpones industriales, gigantes, de líneas curvas, pintados en gris y con líneas rojas, y a su lado un gran parque con delgadas torres de madera, dispuestas en máximo orden, como jamás las han visto al viajar en una carretera. Y es que ya al menos el 80 % del parque de maderas que había en Colina está ahora en María Pinto – traslados en 180 camiones-.

Aquí esperan culminar sus al menos 30 meses de lavado y secado bajo la lluvia, sol y regadores automáticos, esta vez completamente automatizados y eficientes con agua que sacan de pozo profundo (sin cloro).  Todo para que, transcurrido el “tiempo de secado” puedan  ser procesadas: ya sea en duelas para armar barricas o en los más diversos tipos de maderas alternativas. Los perros labradores que controlan el defecto de los anisoles en sus maderas, también los mudarán pronto de casa. Por cierto, si no sabían, se los prestan a quien los necesite.

img_3122Según explica Alejandro Fantoni durante la visita guiada a la Cofradía del Mérito Vitivinícola (en la foto junto a Yerko Moreno) a la cual también pertenece, la mayoría de la tecnología de Colina se trasladará a María Pinto, salvo la producción por convección (tostado con vapor, patentado por TN),  y que tendrá aquí sus mejoras. El resto de la construcción de líneas curvas para no invadir el paisaje, nos dice, busca tener un ambiente más cómodo y digno para todos los trabajadores; con espacios climatizados, incluso con un restaurante-casino con vista al embalse que ya tiene patos y cisnes, y que pueden ver en la hora del oscurecer al final del video que hicimos de la visita.

Ante la pregunta -que no se puede evitar-  ¿por qué crecer cuando el mundo entero parece pedir menos barrica en los vinos?

Fantoni respondió: nosotros seguimos vendiendo más, y las ventas globales de madera en el mundo han crecido al menos 2% en los últimos dos años. Una tendencia que no se ve que cambiará de rumbo. Tal vez, dijo, puede ser que haya vinos con menos madera, pero si es así, claramente cada vez hay más vinos a los que les están poniendo el toque de madera que le gusta al consumidor. Es un negocio de 300 años que no va a desaparecer de un día para otro, agregó. Tampoco, nos queda claro, lo hará en el mediano plazo.

Ver aquí video de las nuevas instalaciones de Tonelería Nacional en María Pinto 

Ver aquí video del proceso de elaboración de barricas y maderas alternativas en Tonelería Nacional 


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Un comentario

  1. […] con sistema shop.  Vendido así logramos huella de carbono negativa. A a la vez trabajamos  con Tonelería Nacional que  trae la madera en vigas, no en barricas, y tiene su nueva planta muy cerca, en Curacaví. […]

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