Separar, separar, separar… esa es la consigna hoy en los viñedos para saltar en calidad. ¿Qué hacer una vez que se separa lo mejor de lo mejor?  El nuevo vino de Viña Tarapacá, tiene su propia fórmula.

La fabulosa foto aérea del campo El Rosario de Viña Tarapacá, muestra la laguna de Aculeo a lo lejos llena de agua. La foto se tomó, claramente,  varios años atrás. hoy, la laguna se ha secado, trágicamente, para toda la comunidad que vive en ella y de ella. Mientras, en Viña Tarapacá han venido haciendo un trabajo de hormiga, de la mano de Pedro Parra, Doctor en Terroir,  para entender qué tienen debajo de sus pies, aunque nada de ello, queremos pensar,  tenga que ver con las razones de por qué la vecina laguna de Aculeo, se secó.

El trabajo que ha liderado el enólogo en jefe de Viña Tarapacá,  Sebastian Ruiz, tiene que ver con una nueva tendencia de separar, separar , separar, hasta que no haya ya más que separar del filete; de lo mejor. Algo que a Ruiz le fascina como idea, sobre todo después de haber trabajo por varios años antes en Misiones de Rengo, una bodega sin  viñedos propios.

Ruiz es un entusiasta  de cómo el suelo puede afectar sus vinos y con esa idea, la tarea que les  dejó Parra,  de separar, separar, separar… para hacer un vino con lo mejor se la tomó en serio. A diferencia del vino edición aniversario que lanzó el año pasado, el que era una selección de las mejores barricas de la bodega. Este nuevo vino, que presentó esta semana,  se llama Blend Series #1 y es paradójicamente (aunque lo diga su nombre), la mezcla de dos lugares diferentes de El Rosario; los dos mejores para dos cepas, Cabernet Sauvignon y Syrah.

Es así como el Cabernet viene de un cono aluvial y coluvial del gran campo El Rosario, en Isla de Maipo (Entre Cordillera), y una ladera, que mira al Río Maipo.

Lo bueno, es que habrá suficiente vino, unas 66.000 mi botellas, para vender a $16.900;  nada (como diría Luis Gutiérrez), de experimentos que separan, separan y separan para llenar una barrica que nunca llegará al mercado.

Por qué mezclar cepas, de los dos lugares mejores del viñedo, que tienen suelos y exposiciones diferentes, si la idea es separar, separar, separar. Ruiz se sorprende ante la pregunta, para el es lógico querer suman partes para hacer un mejor vino, y en el  Serie #1,  los vinos de Cabernet y Syrah, eran los mejores. El vino es cosecha 2014 y claro que queremos saber, con ese nombre si habrá más: Serie 2, Serie 3… Ruiz nos dice que sí. Ya en botella esta nos cuenta  el Serie #2,  una mezcla de Cabernet Merlot cosecha 2015. 2016, se adelanta a decir no habrá. Nos llovió 200 mm de agua, todavía con la mayoría del Cabernet y el Carmenère sin cosechar. «Recuerdo como llegaban las uvas y me pongo a llorar», nos dice.

Volvamos a Serie #1. El vino es rojo, púrpura, de capa media o no tan profundo, y muestra ya la evolución de sus cuatro años de vida, tres al menos en la botella. Todo para suavizarse e  integrarse con su guarda en barricas americanas y francesas, 20% de ellas apenas nuevas,  y el resto usadas, por 12 meses. Me gusta su nariz a frutos rojos y negros, sin rastros marcados de sus cepas Cabernet o Syrah. También, porque en lugar de sumar fuerzas, parece que han sumado su elegancia; porque el vino es de taninos muy suaves,  finos, aunque muy firmes. Un vino tal vez demasiado elegante  para acompañar un entraña, pero no una entraña elegante, como la del Restaurante Carnal, pero también demasiado austero, para acompañar un asado de tira que desahace por sus largas horas de cocción con su hueso.

Después de éste Serie#1, probamos selección de selección de los mismos lotes que formaron parte del Blend Serie 2014, pero que todavía permanecen  están separados y son cosecha 2018. Fueron  4 Cabernet  y dos Syrah,  con impresionantes colores violetas intensos, más o menos suaves y cremosos,  más o menos tensos… Todos, estan  ahora guardados en grandes fudres de madera y lo seguirán estando; efectivamente, ya no habrá guarda en  barricas. Todos tienen como factor común una  nueva dimensión que no muestra por ningún lado el Blend Serie #1. Lo que sólo nos puede decir una cosa: lo mejor está por venir.