VIÑA JARDÚA REINICIO CINSAULT 2016

Publicado el 14 septiembre 2018 Por Mariana Martínez @mymentrecopas

Viajamos hasta el Valle del Itata para elegir nuestro vino tinto de la semana, elaborado con cepas patrimoniales. Lo viejo que en estas fiestas se hace parte de lo nuevo.

Apenas son 1.300 botellas de este vino tinto que pertenece al proyecto de los primos Carlos Jardúa y Rolando Carrasco Jadúa. Se trata de un Cinsault 2016 cuya uva compran de un campo plantado con  parras muy viejas de Cinsault,  en el sector de Ñipas (sector La Raya), en el Valle del Itata. Rolando, quien es médico psiquiatra, nos cuenta que la edad de las parras no se conoce con exactitud, pero sí o sí  por historial de sus dueños, deben tener más de 70 años.

Siguiendo la filosofía del proyecto, la uvas cosechadas a mano no tienen en ningún momento guarda en madera, todas se vinifican en recipientes de fibra de vidrio, donde primero fermentan;  luego, el vino terminado se guarda por algunos meses. Finalmente el Cinsault  se embotella y allí se guarda por un par de años más.  Un par de años que le han hecho al vino muy pero muy bien.

Carlos es agrónomo,  por eso el asesor del proyecto es Edgardo Candia, un enólogo con  mucha experiencia en la zona. El resto, el  día a día, lo hacen entre los dos primos, quienes tienen su bodega y viñedos propios muy cerca de Chillán, en el sector del Huape. Donde, por cierto, nos cuenta Rolando, muy pronto abrirán las puertas de su sala de ventas y salón de eventos, para convertirse en un polo del vino abierto a la comunidad de Chillán.

Hoy este Reinicio Cinsault 2016 tiene un precioso color rubí, de capa media, brillante, y una nariz austera, limpia,  que recuerda a frutos dulces y frescos a la vez, con un toque de menta. En boca es liviano, pero firme, jugoso y muy sabroso. Su cuerpo ligero, frágil aunque nervioso, invita a meterlo  en el frío un buen rato antes de servir, para así  bajar su temperatura, y al beberlo la nuestra también. Ello, mientras nos abre el  apetito como un aperitivo ideal.  Si pensamos en estos días de asados en familia y con amigos, habrá que descorchar junto a los primeros chorizos y prietas que salen de la parrilla, también junto a la malaya de chancho picoteada justo al lado del fuego.

Si se habían preguntado el por qué del nombre, podemos contarles que tiene que ver con el abuelo Jardúa, llegado de Siria, y quien se dedicó entre otros negocios, a la producción  y venta de vinos. Con él justamente aprendieron sus nietos a hacer vinos y les nació  la pasión por ellos, Por eso, esta nueva generación decidió empezar de a poco, de cero, como un día lo hizo el abuelo, plantando sus propios viñedos en el mismo campo donde tienen su pequeña bodega. Allí plantaron una hectárea de  Sauvignon Blanc, Tempranillo y Garnacha. Las dos últimas variedades aún no salen al mercado, advierte Rolando, pero vienen;  pues ya están en su botella esperando el mejor momento para presentarlos.

Reinicio Cinsault 2016 está a la venta en tiendas especializadas entre $8.500 y 10.000; a través de la venta directa vale $6.000 con impuestos. Contacto wap: +5695844904 

 

 

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