NORTE GRANDE SOLICITA INCORPORACIÓN A ZONAS VITIVINÍCOLAS
Viñateros indígenas del extremo norte se organizan para solicitar su incorporación al Decreto 464.
Por primera vez, productores de los principales oasis y valles vitivinícolas del extremo norte de Chile participaron en un encuentro destinado a visibilizar una demanda histórica: que los territorios de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta sean incorporados al Decreto 464, la zonificación vitivinícola oficial del país.
La actividad se realizó este jueves pasado en Matilla, gracias a un trabajo articulado entre la Cooperativa Lagares de Pica, Quisma y Matilla, la CONADI y la Universidad de Tarapacá, instituciones que coordinaron y financiaron la llegada de los participantes.
Un encuentro inédito para reactivar un proceso pendiente
Representantes de Codpa, Pica, Matilla, Quisma, La Huayca, Toconao, San Pedro de Atacama y Socaire expusieron la necesidad de que sus territorios —todos con tradición vitivinícola prehispánica, colonial y contemporánea— sean reconocidos dentro de la legislación del vino chileno.
Según explicó Sergio Jara, enólogo de la Cooperativa Lagares de Pica, Quisma y Matilla, el encuentro surge tras años de gestiones con autoridades:
“Nos habían dicho que una vez salieran las D.O. Chiloé e Isla de Pascua, las siguientes incorporaciones serían los valles del norte. Pero al poco tiempo tanto el ministro de Agricultura como el director del SAG salieron de sus cargos, y el proceso quedó detenido”.
Ante ese escenario, los organizadores decidieron “volver a hacer ruido”, articulando un espacio donde viñateros y autoridades regionales pudieran retomar el diálogo.
23 viñateros convocados: un mapa vivo del vino del desierto
El encuentro reunió a 23 productores indígenas:
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6 del valle de Codpa,
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8 de San Pedro de Atacama,
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y el resto provenientes de Pica, Matilla, Quisma y La Huayca.
La jornada incluyó un conversatorio sobre dolores y desafíos del sector, seguido de una muestra abierta en la plaza de Matilla, donde se instalaron carpas y se ofreció una degustación de vinos del desierto. Más de 300 copas se dispusieron para el público y se agotaron durante la actividad.
Entre los expositores estuvieron el subdirector regional de CONADI Iquique, Juan Pablo Pérez, el académico Alberto Díaz (Universidad de Tarapacá) y tres mujeres representantes de distintos territorios:
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Aide Montesinos (Pintatani – Codpa),
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Victoria Contreras (oasis de Pica, Quisma y Matilla),
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Leticia González (Toconao – San Pedro de Atacama).
Al día siguiente, la comitiva recorrió viñedos y bodegas locales para conocer prácticas agrícolas y enológicas del oasis de Pica.
“Esperamos que esta actividad genere presión donde corresponde”
Para Sergio Jara, el valor del encuentro radica en que, por primera vez, viñateros indígenas del norte lograron una voz común frente al Estado:
“Espero que esta actividad ayude a que se vayan incorporando estos territorios dentro de la legislación del vino chileno. CONADI nos permitió generar este encuentro con autoridades regionales. Lo que buscamos es generar presión y comunicación, hacer ruido para llegar donde se debe”.
Una tradición milenaria que busca reconocimiento
Los oasis de Codpa, Pica, Matilla y Atacama mantienen prácticas vitivinícolas con siglos de historia, pero hasta hoy no figuran en la normativa oficial que define las zonas vitivinícolas de Chile.
La actualización del Decreto 464 permitiría:
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reconocer formalmente su identidad y patrimonio,
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proteger el origen de sus vinos,
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abrir caminos de comercialización,
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y poner en valor la vitivinicultura indígena del desierto.
El encuentro en Pica marca el inicio de una articulación mayor, que busca reposicionar al extremo norte en el mapa vitivinícola nacional.
Fotografías cortesía de @quehacereniquique