Publicación: 30 diciembre 2016

LA ASOCIATIVIDAD, SERÁ CLAVE PARA EL 2017

Llega el fin de año y no podemos evitar ponernos a reflexionar en lo que fue el 2016 y lo que podrá ser el 2017. Logros hemos alcanzado muchos, hay cosas importantes pasando, pero aun queda mucho por hacer. 

Dos lluvias a fin de año que ya suman más de 40 mm en Santiago, temperaturas más altas que el promedio desde septiembre, un mes antes que cualquier otro año llamado cálido, así apenas comienza la cosecha 2016-2017 y nos pone de nuevo ante un panorama incierto. Incierto como ha sido prácticamente toda esta última década. Lo que se puede decir que ha aprendido la gran familia del vino en Chile durante este tiempo es a estar alertas, y no dormirnos bajo la sombra del parrón en mitad de las vacaciones de verano.

También estos últimos años, hemos aprendido una lección aún más importante, que va más allá de la calidad del vino (aunque sabemos que sin calidad no hay más). Aprendimos la importancia de la asociatividad, sobre todo si se trata de ser pequeños y de luchar por mostrar calidad con identidad y dejar atrás el estigma de buenos bonitos y baratos.

Desde fines del 2009 vivimos un nuevo aire de asociatividad en Chile. MOVI, el movimiento de viñateros independientes nos recordó que la gente detrás de los proyectos, no los intereses de grandes grupos vitivinícolas, es lo más importante si queremos avanzar en construir imagen de calidad. También nos recordó que detrás de una  intención común (como es la de hacer sustentables en el tiempo proyectos hacedores de vino a escala humana) la unión es la que hace la fuerza.

El mismo año de MOVI según mis registros, también nació de la unión por un interés común, más allá de lo personal, VIGNO (Los viñadores del Carignan).

VIGNO puso reglas que cumplir por primavera vez, y por primera vez le puso reglas de tiempo mínimo a la guarda para que el vino saliera al mercado. Así se convirtió en el  proyecto más exitoso que ha tenido Chile si de publicaciones internacionales se trata, en los últimos años. En especial hablando de imagen, identidad y calidad. No solo hay una buena historia y buenos vinos, hay un plan en conjunto, reglas y sacrificios que cumplir para el beneficio de una marca común.

Desde entonces se han formado más asociaciones de productores pequeños, unidos por un origen que les pertenece y que buscan defender, potenciar y cuidar. Nacieron, por ejemplo, el año pasado en Itata AEPVVI ITATA y en el Maule VidSea. También en Colchagua este año supimos de Red del Vino y sabemos que ya está naciendo otra más, también de pequeños productores.

La Asociatividad es clave para poder aspirar a financiamientos del Gobierno, para sacar adelante proyectos colectivos, tal como los ha recibido Wines of Chile (ChileVid y Vinos de Chile muchos años antes), y ahora también MOVI, pero también lo será para crear las nuevas Denominaciones de Origen que Chile necesita para seguir forjando la identidad de sus vinos.

La bola de que necesitamos nuevas Denominaciones de Origen más estrictas, con reglas del juego para hablar verdaderamente de un lugar asociado a estilo y calidad, ya está rodando. La necesidad es la de no meter todas  las manzanas, podridas o no en la misma canasta, tal como pasó con las informaciones adicionales Andes, Entre Cordillera y Costra. Enólogos, como Francisco Baettig, el hombre de los 100 puntos, lo han tomado como bandera de lucha. El problema es que el Gobierno mismo no nos lo va a permitir. Según lo conversado con Joaquín Almarza, es el jefe de la Subdirección de Vinos y Bebidas alcohólicas del SAG, la pieza de tranca estaría en  la filosofía detrás de la economía de Chile.

La razón parece ser muy simple, Chile es un país de Economía de Libre de Mercado, por lo tanto no puede limitar a nadie la producción de sus bienes, en donde haya instalado su empresa. Es decir, en simple, si alguien produce Sauvignon blanc en Maipo, el Gobierno no puede prohibirle hacerlo bajo el nombre Maipo. Porque somos economía libre. Lo que podríamos ir sacando como conclusión es que ni el Decreto de Denominaciones de Origen 464 ni la ley 18.455 van a ser el camino, pero sí pueden serlo el INAPI, tal como lo hizo VIGNO. Registrar un lugar como marca comercial, es al parecer  la única solución. Eso hizo María Luz Marín, por ejemplo para poder terminar con su frustración de poder tener la DO Lo Abarca simplemente porque no es comuna.

El problema estará cuando más de uno esté compartiendo el nombre de un lugar. Como sea, si quieren tener el derecho común de lucirlo y potenciarlo, van a tener que hacerlo unidos. María Luz estaba sola. Destacable, por otro lado, es el ejemplo Casablanca y su Ruta del Vino que este año se adjudicó el primer Sello de Origen para un valle vitivinícola de Chile. 

Si volvemos al tema del tiempo de guarda (supuestas categorías Reserva  y Gran Reserva), una vez más me temo que debemos dejar de soñar y buscar otro camino que no sea la ley. Lo hablamos también con Joaquín Almarza del SAG, Chile es el único país del Nuevo Mundo que tiene el derecho de usar Reserva y Gran Reserva en el mercado de la Unión Europea. ¿Ustedes creen que los grandes, y capaz que los más pequeños también, van a querer perder tal beneficio de la mentira permitida? Fin de la historia.

Creo que es tiempo de abrir los ojos, dejar de quejarse y buscar soluciones concretas, tomen el tiempo que tomen, porque si miramos atrás creo que ya hemos perdido bastante tiempo. 2017 debería ser el año para asociarse por mismo objetivo en serio.

Aquí compartimos un video de lo que fue un gran ejemplo de Asociatividad este año 2016, para celebrar el primero cumpleaños del día Nacional de Vino chileno.

 

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Un comentario

  1. […] Entremedio tenemos la titánica tarea y el reto personal de publicar la Segunda Edición del Glosario del Vino. Por la cual muchos de ustedes están esperando,  y agradecemos aún más su paciencia. Hasta que no esté listo, ya lo he dicho, no daré por cerrado el año. Este año sí, di por terminada junto a Rafael García y Santos, la #BarradeVinos un proyecto que nos movió por tres años para mostrar la diversidad del Vino Chileno en Chile, sí, en su casa, como nunca se había hecho antes. Terminamos el proyecto porque solos no podemos mover montañas. Eso aprendí también este año y por eso el artículo que hoy cierra las páginas de WiP por el 2016. […]

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