El lanzamiento de los dos nuevos espumantes Caballo Loco Grand Cru promete ser el inicio de una nueva era en la bodega familiar,  ahora al mando de Andrés Osorio, ex Latam.

Andres Osorio llegó a hacer una consultoría como cualquier otra a la viña Valdivieso. Los cambios que sugirió fueron drásticos, tanto que le dijeron algo así como… si crees que es lo que hay que hacer mejor que lo hagas tú. Y eso hizo, se quedó y tomó el cargo de gerente  general. El cambio de mando significó además, que en esta empresa familiar comprada por Juan  Mitjans (el catalán llegado a Chile en 1887 y fundador de Licores Mitjans  en 1917),  sus tres nietos se hicieran  a un lado.

Fue así como los primos Felix Gil (gerente de finanzas), Jorge Coderch (gerente comercial) y Eduardo Mitjans (gerente de producción) dejaron sus cargos y pasaron a formar exclusivamente parte del directorio de la empresa. De los tres es Jorge Coderch, el Caballo Loco, inquieto como ningún otro, quien sigue  más activo en la empresa como el gran embajador de los vinos Valdivieso.

Parte de los otros cambios en Valdivieso implican que Alberto Mordoj pasa a ser gerente comercial, y la sommelier española María José González  está a cargo de marketing vinos y espumantes.

El lanzamiento de los dos nuevos espumantes Caballo Loco Grand Cru, estos días en el  nuevo espacio para eventos del restaurante El Barrio de Christopher Carpentier,  es parte del plan de acción para levantar la imagen de la empresa a nivel nacional e internacional. Hasta ahora, ciertamente, dormida en los laureles, especialmente si se le compara con su competencia directa que parecen ser los espumantes Undurraga.

Ayer, bajo la lluvia,  en uno de los lanzamientos que han estado haciendo para presentar  los dos espumantes Caballo Loco, Andrés Osorio (ex gerente de finanzas de Latam y ex Cencosud, entre otros) contó a WiP cuál sería su nueva estrategia de trabajo, bajo lo que ahora será el Grupo Valdivieso.

La nueva estrategia del Grupo Valdivieso, explicó Osorio, se basará en potenciar su trinidad, es decir sus tres unidades de negocios: espumantes, vinos y licores Mitjans. Osorio explica que mucha gente no sabe que viña Valdivieso hace más que espumantes, y que hace vinos y buenos vinos, como el famoso Caballo Loco sin añada. Conectar entonces, la marca Caballo Loco con  sus espumantes es parte del plan que comenzó con el lanzamiento de los dos espumantes de la ya creada  línea Grand Cru de Caballo Loco; dos espumantes champenoise que salieron al mercado a fines del año pasado sin mayor gloria que los puntos sobre 90 que obtuvieron en guía la Descorchados de Patricio Tapia.

Parte de la estrategia, para hacer más atractivo su portafolio, cuenta Osorio es tener toda la distribución del  Pisco peruano Portón en Chile y en el of-trade de la cerveza  española Estrella Damm  (ambas exclusivas hasta ahora de La Vinoteca).  Otra tarea, sabe bien Osorio,  será conectar los licores (incluyendo ron y «Coñac» embotellados en Chile) con las otras dos áreas de negocios.

Brett Jackson, enólogo de los vinos de Valdivieso -incluyendo el gran Caballo Luco- estuvo en la presentación; es quien está a cargo del cuidado de la fruta y de los vinos que selecciona el asesor argentino Diego Ribbet, radicado por cierto en Valladolid, donde tiene un proyecto de vinos en la DO Toro.

Fue Ribbet, de visita rutinaria en Chile, quien presentó los vinos espumantes de la línea Caballo Loco Gran Cru anoche, cuya uva tiene su origen, como contó en Biobío, el lugar donde dio -buscando desde  el norte hasta el  sur de Chile-  con la fuerza y frescura que estaba buscando.

Primero, Ribbet presentó el más elegante de los dos (ambos cosecha 2014, aunque no lo dice en la etiqueta) y ambos método tradicional o champenosie, el blanco Brut Nature mezcla Chardonnay y Pinot Noir Brut. Como su nombre lo dice, es el más seco y filoso. El segundo, fue el Blanc de Noir, un espumante blanco de la cepa tinta Pinot Noir con más cuerpo, algo más dulce y también con fuerza en boca, el que resultó compañero ideal para acompañar los bocados con la fuerza de la soya que acompañaron la noche.

Ambos espumantes Caballo Loco Grand Cru valen $19.900. La diferencia con su línea de Champenoise ($12.900), presentadas hace un par de años, explica Ribbet,  es la selección de viñedos.

La meta de Ribbet, en la que ya trabaja, es hacer un Espumante Caballo Loco #1,  capaz de ganarse los reconocimientos y fama mundial, pero para eso, sí, habrá que esperar.