Quien conoce la trayectoria del enólogo kiwi Grant Phelps, sabrá que no le gustan las medias tintas. Tampoco se habrá sorprendido con el nombre de su nuevo vino, en sociedad con la Princesa de Malasia, Tunku Soraya Dakhlah, quien habita desde hace ya varios junto a su marido en el Valle de Colchagua.

La amistad entre este pequeño clan, que lanzó sus dos primeros vinos el 18 de octubre, comenzó justamente en Colchagua, donde Phelps trabajó por muchos años. En el mismo valle, el matrimonio malasio plantó sus viñedos de cepas tintas, pensando en hacer un día su propio vino. El lanzamiento, con Phelps a cargo de la música,  fue en La Misión, donde -por cierto- ambos Beso Negro estarán en exclusiva a la venta hasta fin de año.  Cabe destacar que Phelps, radicado en Valparaíso desde hace algunos años,  está dedicado hoy  100% a su proyecto de hotel boutique WineBox, en el puerto

Beso Negro Decadente ($12.000): este vino está elaborado en base a uvas cultivadas orgánicamente y es una mezcla de 76% Carmenere, 14% Petit Verdot y 10% Petite Syrah. Fue envejecido 22 meses en barricas de roble Francés (70% de primer uso) es el más amable hoy para beber, aunque recomiendan su guarda hasta el 2020. Edición Limitada de 573 botellas.

Beso Negro El Libertino ($18.000): encarna la fusión de mentes, manos (e hígados), dicen sus autores. Está elaborado en base a uvas cultivadas orgánicamente,  50% Petit Verdot y un 50% de Petite Sirah. Fue envejecido 24 meses en barricas de roble francés (65% de primer uso). Hoy pide a gritos una larga guarda, debido a su potencia de taninos; sugieren hasta el 2025. De ambos vinos hay solo 573 botellas.

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