La bodega chilena ahora en manos del grupo Italiano Antinori queda al mando de Cecilia Guzmán, la primera enóloga gerente general de Chile. Una de las primeras medidas a tomar: de 19 etiquetas se quedarán solo con 5.

Recuerdo siempre con algo de vergüenza el día en que se inauguró Harás de Pirque, el gran proyecto del empresario  Jorge Matte, en lo más apartado y alto de Pirque. Una de las invitadas especiales era la destacada enóloga española María Isabel Mijares. Esperando la van que nos llevaría al lugar conversamos, le pregunté ingenuamente quién era. Muy modesta, me dijo que era buena amiga del vino. Ya en la bodega y en medio de la cena,  le pidieron a «La Mijares», como la conocen sus amigos, que presentara a Alazán, el gran vino tinto de la viña. Para mi sorpresa habló del vino como nunca nadie: en sus palabras ese vino era un verdadero semental que uno debería sí o sí llevarse a casa.

La Mijares no exageraba. La relación de los caballos con la bodega Harás de Pirque fue siempre muy estrecha ciertamente. Debajo de la gran bodega en forma de herradura estaba el gran haras de la familia Matte, con sus millonarios sementales esperando la visita de clientes. Los vinos eran una buena excusa para agasajarlos.

Al poco andar, el año 2003 los Antinori, quienes producen vino en Italia desde el siglo XII  se acercaron e hicieron una sociedad 50-50 con los Matte.  Así nacería  el vino ícono de la bodega, Albis, con algo de los dos mundos, el viejo y nuevo (mezcla de Cabernet y Carmenère). En aquel entonces, uno de los más caros del mercado.

Por varios años supimos nada o poco de las andanzas de la bodega. Hasta  que el 25 de julio recién pasado, Emol publicó la gran noticia de que Antinori había adquirido el 100% de la viña Haras de Pirque.

Lo que pocos sabían es que desde el año 2014 ya habían comenzado a trabajar como empresas independientes; Antinori estaba a cargo de hacer los vinos y los Matte dirigían la operación del campo y les vendrían las uvas de sus 100 hectáreas de viñedos . El harás con sus 200 hectáreas ya se había vendido al grupo Bethia un par de años atrás.  https://wip.cl/noticias/3-bodegas-chilenas-pasaran-a-manos-chinas/

Desde que comenzaron a hacer sus primeros vinos, a inicios del año 2000 la enóloga Cecilia Guzmán ha estado al mando de la bodega.  Tras la noticia de la compra, aunque no se informó en Emol, Guzmán pasó a ser la nueva gerente general de la viña Haras de Pirque, un dato no menor porque la convierte en la primera mujer enóloga en Chile, con tal responsabilidad. Mérito que se suma, ademas,  al hecho de que no hay tantos enólogos con cargos gerentes generales tampoco. Pensamos en Adolfo Hurtado de Cono Sur, Felipe Müller de Tabalí, Juan Muñoz de La Ronciere… ¿Mujeres gerentes generales? Soledad González de viña Las Ñiñas.

Para saber cuáles son los planes en esta nueva etapa de la viña Haras de Pirque fuimos a visitar a Cecilia Guzmán hasta Pirque. Las sorpresas fueron varias. Primero, nos recibió  junto a Gail Turner, la nueva gerente de mercado nacional y de América, ambas empoderadas como dueñas de casa. Luego, degustamos  en un precioso restaurante y bar de vinos Hussonet abierto todos los días a  las visitas que llegan a conocer la bodega (el cual, al igual que las actividades de  enoturismo, siguen bajo la responsabilidad de Eduardo Matte).  El lugar tiene una impresionante vista al valle, está decorado con muy buen  gusto y se come delicioso,  con productos frescos, y a precios “normales”.  El único pero, no estar pensada su gastronomía  para destacar los vinos de la bodega. Un problema que lamentablemente no es aislado en un país productor de vinos como Chile. Que hayamos creado el curso Maridaje y Vinos para profesionales no es un capricho, que no haya chefs inscritos no es casualidad.
Cecilia y Gail tienen ahora las riendas de la bodega, bajo la mirada siempre presente -aunque sea a la distancia- de Renzo Cotarella, el gerente general del grupo Antinori y su enólogo director. Cotarella está presente en todo, dice Guzman, y  viene varias veces al año. Hoy en la dirección del grupo, está Albiera Antinori, la hija mayor del Marques Piero Aninori (de 79 años).

Con Cecilia y Gail degustamos los pocos vinos que desde ahora producirá la viña. Si antes tenían 19 etiquetas diferentes, nos dice Cecilia, ahora se quedarán solos con 5. Sí, solo 5. “Decidimos concentrarnos en hacer poco pero bueno y con un foco claro, Pirque”, explica Cecilia. ¿Qué vinos serán? Si hay sorpresas, y una mala noticia para los fans de su Chardonnay y de Syrah.

Partimos por el Sauvignon Blanc Albaclara 2017 (70% San Antonio) -30 % Maipo. Un vino que ya nos había llamado la atención en una degustación este año, con la cosecha 2016, por ser la mezcla perfecta entre la frescura vibrante de Leyda y el cuerpo goloso, jugoso de Maipo. Cecilia dice que es un vino que se queda en el portafolio porque funciona,  además, al fin pudo agarrarle la mano para hacerlo rico como está. Cecilia reconoce que 2017 no fue nada fácil en Pirque, estuvieron al acecho de los incendios, fueron 3 días bajo humo. Sin embargo destaca que por suerte fue antes de que las uvas entraran en pinta, por lo que una vez cosechadas las uvas, bajo la mirada exhaustiva en busca de las consecuencias del  humo, no tuvieron problemas. Costó la frescura en Maipo, dice Cecilia, pero está la boca más golosa que justamente buscamos en su fruta. Mientras,  San Antonio les dio más fuerza que otros años.  Albaclara 2017 es una delicia, de frescas notas cítricas  y a maracuyá en nariz, que invita a beberse sin descanso;  jugoso, de acidez exquisita. Vale $8.790 en el restaurante de Haras, $8.900 en tiendas. Sí, hay que ir.

El segundo blanco que probamos fue lo que será pronto el Chardonnay Reserva de Propiedad 2017 ($7.900), y el último Chardonnay de Haras que va a tener su origen en  sus viñedos de Pirque. La razón es simple. Cecilia explica que el viñedo había sido plantado en los 90 y ya estaba viejo, necesitaba demasiado trabajo para alcanzar rendimientos rentables. Además, y aunque se posicionó como uno de los mejores Chardonnay del Maipo,  explica,  era difícil de explicarlo y de vender. El plan ahora para reemplazarlo, explica, es buscar un nuevo origen, no importa qué tan lejos. Todo eso posible, Antinori no les  ha puesto límites.  Bien que puede que su Chardonnay 2018 tenga DO Región Austral. En eso están.  Mientras, este último Pirque, hecho ya con uvas compradas, no se aleja de sus antecesores. Es lo que nos gustaba: fresco y cremoso en boca al a vez.

A continuación probamos  el Reserva de Propiedad tinto 2016 ($7.900) una mezcla de Cabernet Sauvignon, Cabernet Franc y Carmenère, equivalente y el resumen de todos los tintos que había en la línea  Equs y también Hussone  2013 ($11.990) nombre en honor al  gran semental del harás, es 100% Cabernet Sauvignon. El segundo, con toda la  fuerza y elegancia de Pirque, será explica Cecilia de ahora en adelante el caballito de batalla de la viña.

El cierre de la degustación fue Albis, en su versión 2011 ($55.000) actualmente en el  mercado y Albis 2015, ya en botella pero al menos cuatro años por delante antes de que salga de la venta. La mezcla 2011 de 70 Cabernet y 30 Carmenère es madurez y fuerza, aún firme, y para seguir buscando su equilibro en botella por varios años. 2015 me entusiasma más, hay una elegancia y suavidad superior, también más frescura. Cecilia destaca para este cambio el trabajo no sólo en viñedos, con fechas de cosecha, lo que ya cambiaron hace varios años, sino que también en bodega. En  lo alto de Pirque, explica Cecilia, no tenemos suelos aluviales, aquí tenemos suelos de arcilla, profundos, y lo que te da mucha fuerza. Po eso la  búsqueda en Albis, durante los últimos años, explica, ha sido por suavizarlo, pero  sin perder su profundidad.

Además del cambio en cantidad de  etiquetas,  Haras de Pirque cuenta ya con nuevo distribuidor. Solo habían hecho desde que comenzaron a inicios del 2000. Se trata de Grandes Terruños de Chile, la distribuidora que Miguel Torres acaba de relanzar en Chile.

En cuanto a infraestructura los cambios más importantes, explica Cecilia, estarán donde más hace falta; la prioridad será mejorar calidad con el foco en cepas 100% tintas y orgánicas  lo que son desde el 2006). El viñedo se plantó en los 90 dice Cecilia, en baja densidad y a pie franco. Ello implica que el 90% del viñedo será replantado, pensando en nuevos conceptos de calidad, en un plan a cinco años; desde el  2018 al 2025. Suena lejos, pero no lo es no tanto para una familia que lleva 26 generaciones haciendo vino no les parecere.