MÁS QUE UNA FERIA, EL COMIENZO DE ALGO GRANDE
Este fin de semana se llevó a cabo en Casa Regis la Feria Copa Aconcagua, un evento en su primea edición dejó para el valle de Aconcagua grandes oportunidades y retos. Cristina Rivas nos lo cuenta todo hoy en WiP.cl
Entre la cordillera y el mar, el Valle del Aconcagua guarda secretos que solo el vino sabe contar. Este 8 de noviembre, esas historias se reunieron en un mismo lugar: Casa San Regis, una casona patrimonial que se vistió de fiesta para celebrar la primera Copa de Aconcagua.
Y es que cuando las cosas se hacen con amor, se nota.
Cada copa servida, cada conversación entre viñateros y visitantes, cada nota de música en los jardines respiraba dedicación, oficio y un profundo cariño por el vino y su origen.
El resultado fue una jornada luminosa, auténtica, donde se sintió el pulso del valle y su gente. La Copa de Aconcagua no solo presentó vinos: reveló una identidad, una comunidad que comienza a reconocerse y a mostrar al mundo su diversidad.
Y lo mejor es que esto recién comienza…
Porque tras el éxito de esta primera edición, ya se anunció la segunda Copa de Aconcagua para 2026. Si esta vez te la perdiste, guarda la fecha: el próximo brindis promete ser aún más grande y, por supuesto, con gente como tú para disfrutarla.
A solo una hora y media de Santiago, el Valle del Aconcagua sigue siendo un tesoro por descubrir para los nacionales, turistas y extranjeros. Y qué mejor manera de hacerlo que a través de una feria que celebra su diversidad vitivinícola y la calidad de sus vinos.
Ése fue el espíritu que inspiró la creación de La Copa de Aconcagua, una iniciativa que logró reunir, por primera vez, a más de 20 viñas y pequeños productores del valle, en un mismo espacio patrimonial: Casa San Regis, en San Esteban.
La cita fue organizada por María José Irarrázaval, periodista, comunicadora de vinos y coproductora del evento, junto a Marcela Zenteno, anfitriona y dueña de Casa San Regis. Ambas en la foto, coincidieron en un propósito claro: “Queríamos generar un punto de encuentro entre quienes viven, trabajan y aman este valle, mostrando su riqueza enológica y humana”, señaló María José.
Y lo lograron. Durante toda la jornada, los visitantes pudieron recorrer los stands de viñas como, Casa San Regis, Viña El Escorial, Viña Errázuriz, Aconcagua Farms, In Situ Family Vineyards, Narbona Wines, Flaherty Wines, Up Wines, Casa Padic, Hacienda Valdeperillo, Viña Baron Knyphausen, Vinos Infinitas, Vino La Joda, Viña Von Siebenthal, Viña Peumayen, Viña Sánchez De Loria, Viña Encanto, Viña Peppi, Bodega Briones, Aluvial y Dussaillant Lehmann (como marca invitada).
El ambiente fue cálido, familiar y festivo: copas en mano, niños jugando, música en vivo, artesanía local, cocina típica, food trucks y recorridos guiados por la historia de la casona, que revivía entre risas, brindis y pasos por sus corredores.
Durante la tarde, el DJ @agustrip.music fue el encargado de ponerle ritmo y energía a esta fiesta del vino, con sets que acompañaron toda la jornada y dieron el tono perfecto al atardecer. Y cuando el sol terminó de esconderse, llegó el turno de Támesis @tamesisbeatles, la banda tributo con más de veinte años de trayectoria homenajeando a The Beatles en el Valle del Aconcagua y la Región de Valparaíso. Su repertorio, cargado de clásicos inmortales, cerró la jornada en un ambiente de pura celebración, todas las generaciones se levantaron a bailar y disfrutar.
El Carmenere en el Valle del Aconcagua: una conversación que abrió nuevas preguntas
En el marco del evento, Casa San Regis presentó oficialmente su propio proyecto vitivinícola: dos vinos Carmenere (Reserva y Gran Reserva) elaborados con uvas de su propio viñedo, plantado en 2014, bajo la enología del reconocido Ed Flaherty.
Uno de los momentos más interesantes de la jornada fue el conversatorio “Carmenere en el Valle del Aconcagua”, moderado por el enólogo Ed Flaherty junto a Wladimir Medel (viticultor de Viña Errázuriz) y Claudia Apablaza (enóloga de Vinos Infinitas).
Lejos de ser una charla técnica más, la conversación se transformó en una reflexión abierta sobre el presente y futuro de esta cepa emblemática en Chile.
Entre copas y datos enológicos, surgió una pregunta provocadora: ¿Podría el Valle del Aconcagua ser uno de los mejores lugares para el Carmenere en los próximos años
? Las razones no son menores. Aconcagua posee una oscilación térmica natural que favorece el equilibrio entre madurez y frescor, dos factores clave para el Carmenere, y que, en el contexto del cambio climático, podrían posicionar al valle como un refugio ideal para esta variedad.
Mientras otros valles enfrentan sobre madurez o pérdida de acidez, en Aconcagua el Carmenere mantiene una consecuencia admirable, expresando fruta, estructura y elegancia, sin perder su identidad.
Por su parte, Claudia Apablaza, además de presentar el nuevo Carmenere de Casa San Regis, resaltó el potencial expresivo que esta cepa puede alcanzar en el valle: “Quizás el Carmenere del futuro se empiece a escribir aquí”. Así que lo que comenzó como una charla sobre un vino, terminó siendo una hipótesis compartida: la posibilidad de que Aconcagua se consolide como un nuevo territorio de excelencia para el Carmenere chileno.
Casa San Regis: infinitas historias en el Valle de Aconcagua.
Levantada en el siglo XVIII, Casa San Regis es una joya arquitectónica que guarda casi tres siglos de historia. Su origen se remonta a 1740, décadas después, los jesuitas la bautizarían como San Juan Francisco de Regis, dejando una huella espiritual que aún se respira en sus muros.
Hoy, bajo el cuidado de Marcela Zenteno y Alexis Arribas, la hacienda renace como hotel, restaurante, centro de eventos y ahora también viña, combinando hospitalidad, patrimonio y vino en un mismo relato. Lo divertido de visitar esta feria es que cuenta con un apart hotel para reservas previas por grupos de 8 a 14 personas (pequeño pero grande en corazón) distribuidos en 5 habitaciones, con cocina y salón disponibles para desayuno autoservicio o preparación de alimentos preelaborados (sin servicios hoteleros). Y tras la primera versión de La Copa de Aconcagua, los visitantes se despidieron con la sonrisa del que ha descubierto algo genuino, mientras el valle quedaba impregnado de una energía nueva, casi simbólica: la promesa de seguir creciendo, compartiendo y mostrando su alma a través del vino.
Porque cuando las cosas se hacen con amor, como en la Casa San Regis, se nota. Y esta celebración fue la prueba de ello: una fiesta que marcó el comienzo de algo grande y nuevo para el Valle del Aconcagua.
Nos vemos en La Copa de Aconcagua 2026.
Más información próximamente en: @lacopadeaconcagua.cl – IG: @casa.san.regis
Casa San Regis, La Chaparrina 791, comuna de San Esteban, Los Andes.

