LLEGAN LOS PRIMEROS VINOS DE CHILOÉ A US$100
El vigneron Denis Duveau presenta los primeros vinos tranquilos de la D.O. Chiloé —Sauvignon Blanc, Chardonnay y Pinot Noir Clos des Guêpes— y explica por qué producir vino en el archipiélago solo es viable como un producto de excepción.
Cuando conversamos con Denis Duveau sobre el próximo lanzamiento de los primeros vinos tranquilos de la D.O. Chiloé, ya nos había advertido que ser vigneron en el archipiélago era una locura. Ahora, cuando sus vinos llegan al mercado con un valor de US$100 la botella, no duda en repetir la idea.
El precio, nos destaca Duveau por WhatsApp es un tema muy delicado. “Me preocupa desde el principio. La inversión ha sido considerable y los rendimientos lamentablemente no están a la altura. La conclusión es la siguiente: vender a un precio “normal” significaría la quiebra de mi pequeño viñedo. Algo que me niego a aceptar”.
Para ser rentable, destaca el vigneron que plantó dos hectáreas de viñedos en Chiloé durante 2018 “la botella no puede venderse por menos de 100 dólares.»
Por eso, agrega, «apuesto al packaging y a la comunicación, posicionando esta botella como un producto de excepción, al nivel de un perfume de alta gama”.
Los tres primeros vinos de Duveau, Sauvignon blanc 2023, Chardonnay 2024 y un Pinot Noir 2023, nos llegaron a Santiago días atrás desde Chiloé. Así tuvimos la oportunidad de tocarlos, probarlos… y confirmar que son un lujo, y no sólo en el exterior. Los nuevos Clos de Guêpes son vinos cortados por precisión enológica y a la vez la filosa tijera del clima frío y lluvioso de Chiloé.
Tanto el Sauvignon Blanc como Pinot Noir, ambos de la cosecha 2023, nos cuenta Duveau, fueron envejecidos durante dos años en barricas nuevas de roble francés sin tostado. Con respecto al Chardonnay, no existe cosecha 2023 «porque en 2022 sufrieron un ataque muy severo de oídio que afectó fuertemente la producción». Es así como el Chardonnay 2024, el que ha llegado al mercado, fue envejecido durante un año en barrica nueva de roble francés, también sin tostado.
Recordemos que el nombre del viñedo y proyecto Clos de Guêpes (guêpes son avispas en francés) es inspirado de la cantidad de avispas chaquetas amarilla que tienen en la época de cosecha, y que significan un costo más, pues les ha obligado a poner sobre viñedos mallas protectoras.
Del Sauvignon blanc 2023 destacamos sus aromas a hierbas, como manzanilla, puerro, hinojo y algas marinas, y en boca un cuerpo liviano y de muy, muy rica acidez. Es vino que llama la atención por lo delgado, y cristalino. De acidez filosa en su final, sumado a notas de lima y flores blancas.
El Chardonnay 2024 por su parte, casi tan pálido como el Sauvignon Blanc, ofrece una nariz muy austera, igualmente limpia, neta, con notas sutiles a almíbar de durazno conservero. Alejado del aporte de madera, en boca es ligero, marcando el bajo grado cercano los 12, de textura cremosa. Para los que no amamos los chardonnay voluptuosos, es encantadoramente austero.
En cuanto al Pinot Noir 2023, lo dijimos, cortado por la misma tijera que sus pares, destaca por una nariz y boca con la fruta fresca justa. Filoso y liviano. Con notas sutiles a frutas rojas del sur, como murtilla. Seco en boca como los otros dos, resulta jugoso, de tanino amable sin perder firmeza. Bien podríamos decir que su acidez es media, sabrosa, más intensa y al hueso, que la fuerza de su tanino.
Para lograr la venta a los US$100 por botella, Duveau explica que ya ha empezado a estudiar la posibilidad de entrar en el mercado asiático, “vendiendo este vino por unidad, como un verdadero ícono nacido en una isla mítica. Es un desafío particularmente estimulante para mí”. Sin embargo, y para los que ya estén saboreándolos, agrega, habrá un punto de venta en Santiago y otro en Chiloé.
Ahora ya lo saben, Chiloé ya tiene sabor a vino, y no cualquier vino. Contacto en Instagram.com @clos.des.guepes.chiloe síganlos para conocer más de esta nueva aventura vitícola insular.
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