Rodrigo Ortega, periodista especializado en vinos y geología, nos explica el origen del Norte Grande de Chile, entre otras particularidades de esta zona vitivinícola con tremenda historia.

Para contextualizar la gran zona que abarca lo que conocemos como el Norte Grande de Chile, y que fue foco de nuestro 1er Seminario On-line WiP, el periodista especializado en vino y geología, Rodrigo Ortega nos explicó sus orígenes geológicos. Aquí compartimos con ustedes un resumen, muy resumido, de su exposición; a la cual pueden acceder en el siguiente link sin recortes de contenido. https://www.youtube.com/watch?v=OGQu1a5qN_s&feature=youtu.be.

Como punto de partida, explicó Ortega, la extensión del Norte Grande es mucho más ancha entre océano y cordillera si se le compara con el resto del territorio de Chile ubicado hacia el sur; el cual se caracteriza por ser mucho más delgado; llegando incluso a los 90 kilómetros de ancho en la región de Coquimbo. Si justamente comparamos, podemos decir que el ancho del territorio en las Regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta, las tres que conforman este territorio del gran Norte de Chile, promedia una extensión de unos 700 kilómetros de Este a Oeste y de 500 entre Norte y Sur.

Ortega también, destacó que esta distancia de Norte a Sur, de 500km, es semejante a la que existe entre las regiones vitivinícolas de Chablis en el Norte de Francia, y Languedoc y Roussillon en su extremo Sur; sin mencionar Borgoña y Ródano. Entre las cuales se dan diferencias marcadas entre clima, las variedades o cepajes desarrollados y, por supuesto, sus estilos de vinos.

Ortega destacó a su vez que nuestro continente sudamericano está moldeado por el choque de las Placas de Nazca y su proceso de subducción debajo de la Placa Continental, ambas moviéndose en direcciones opuestas. Lo que genera el vulcanismo y el levantamiento de las montañas; fenómenos que modelan en especial el paisaje de todo Chile. Es en el Norte Grande, donde el ángulo de subducción es más abrupto, lo que eleva a su vez aún más sus montañas. Presión, que explicó elevó la altura de los Andes en esta zona entre los 5.000 y 6.000 metros sobre el nivel del mar (msnm). A ello, hay que sumar además, la presión que ejerce el gran Cratón Brasileño (formado por estructuras de rocas muy antiguas) sobre toda la Cordillera de los Andes.

Además, esta altura extraordinaria tiene su efecto directo en el clima árido de la zona, debido a que ejerce como una barrera natural que impide el paso de las masas húmedas que llegan desde el Amazonas (por el Este) y también desde el Océano por el Oeste). Se trata de un sector cuyo desierto está  modelado, además, por las condiciones de la Corriente de Humboldt y los Anticiclones del Pacífico.

Otro rasgo geomorfológico de esta zona, explicó Ortega es la presencia de quebradas en lugar de valles, a diferencia de la gran zona Central hacia el Sur, donde las cuentas hidrográficas son más amplias y en forma de U. Las Fallas en el relieve, debido a las fracturas que ejerce el Cratón Brasileño, es otra característica de la zona, y como consecuencia de ellas, ríos o lagos que alguna vez se formaron en las depresiones más bajas, luego tomaron otros caminos y dejaron éstas zonas secas. Son zonas que hoy conocemos como salares o pampas. En su opinión, toda esta riqueza y diversidad de paisajes son una tremenda oportunidad para mirar en detalle y buscar grandes diferencias en cada sector a escalas mucho más pequeñas. Lo que puede enriquecer el relato y el conocimiento sobre el terruño de sus vinos.

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