Publicación: 24 octubre 2016

LA NOCHE DEL PINOT NOIR DE CASABLANCA

Una cosecha 2015 cálida en el valle siguiendo los pasos de antecesora, sumado a ausencia de nuevas etiquetas  y cambios drásticos en estilos marcó la jornada.

Con dos copas en mano entramos a la cata de los Pinot Noir del Valle de Casablanca. Una para espumantes otra para los tranquilos. Curiosamente sólo había un espumante. Un Rosé de Viña Mar, 100% pinot noir con 12 gramos de azúcar por litro. Lindo color pálido, linda burbuja, pero mucho dulzor para partir. Mejor avanzar a los tranquilos y dejar atrás la copa de más. ¡Mucho por probar! 

 

ventisqueroheroPartimos en Hotel Cumbres, de Vitacura, degustando Ventisquero Herú 2015, el Pinot con el cambio más radical. Un favorito de versiones anteriores por su fruta roja, fresca y ligera. Al que, hay que reconocer, le faltaba fuerza en boca y  complejidad para llegar a la perfección. En esa búsqueda se fueron sus autores, el equipo de viña Ventisquero.  De ahí que  su nueva versión –recién embotellada- la encontramos con más cuerpo y estructura,  también con notas  terrosas y animales; siguiendo el modelo clásico de Borgoña. Cómo lo lograron.  Fermentando con racimos enteros, con escobajos y todo. “Nos estamos acercando a lo queremos”,  nos dijo Sergio Hormazabal. Ver cómo evoluciona Herú 2015 es sólo cuestión de tiempo. La ya muy cansada versión 2010, nos dijo el resto.

Veramonte y su monstruo. El Pinot Noir Monster 2014 ($25.00), fue primicia el año pasado y tuvo sus adeptos, al lograr  dar un paso más adelante en frescura y tensión que el Pinot Ritual ($14.900).  Ahora si comparamos con su cálido Reserva ($7.500), hay que decir que Ritual es el que se lleva la medalla del  mejor precio /calidad de los tres. No dejas pasar.

El favorito del público si costara la mitad.  El Pinot Noir Punta del Cerro es el top de línea de viña casablanca_pinotnoirCasablanca. Se presentó por primera también el año pasado, y sigue encantando con su exquisito equilibrio entre fruta fresca y madera bien puesta. El problema es que son apenas 300 cajas y su precio $50.000. Si el presupuesto es mucho más bajo no duden en ir por el Nimbus 2015 ($9.600), lleno de fruta de negra jugosa.

De viña Quintay  probamos su Gran Reserva Pinot Noir 2015. Al igual que en todos los  Pinot anteriores, sentimos el dulzor intenso de la fruta. Paula Cárdenas, enóloga de Quintay, lo atribuye a una cosecha cálida, aunque menos cálida que 2014. Un año difícil, agrega, para una cepa cuya decisión de cosecha no da margen y sólo un par de días para salir a cortar sin perder frescura.

El más simple, siempre digno. Viña Mar mostró además su Pinot Noir Reserva ($3.800) el más barato de la serie. También el más sencillo, pero cumplidor. Jugoso, con rica fruta negra, sin empalagar.

Casas del Bosque en tanto, no logró sorprender ni con su Gran Reserva 2014, ni con sus Pequeñas Producciones 2015. La madera se siente aún en ambos demasiado presente, y la calidez final de dos cosechas consecutivamente cálidas cansa. Mejor esperar a ver cómo les va con el tiempo de botella; fuerza hay. Lo mismo hay que decir del gran Pinot Noir 2014 Ocio de Cono Sur ($30.000), bien podemos decir  decir lo mismo,  a guardar que la frescura y su fuerza da.

lomalarga_El más fresco de todos. La frescura la encontramos en Lomas del  Valle Pinot 2015, la línea más económica y sin madera de Loma Larga ($9.900). Aquí aparece la fruta negra, nerviosa. También vinificado -explica su nueva enóloga Tamara Baeremaecker-  con racimo entero. Ya no tan raro a estas alturas, lo preferimos por sobre el más complejo pero también menos nervioso Lomar Larga Pinot Noir 2015 ($12.000).

Ya no hay patitos feos. El único que identificó como rica la cosecha 2015 para Pinot Noir fue Sven Bruchfeld, enólogo asesor de Estancia El Cuadro.  Probar el Pinot 77 en sus versiones 2014 y 2015 da sentido a sus palabras.  Cosechado antes, que el 2014,  2015 logra superarse  y mostrar por primera vez en este vino fruta fresca. Bravísimo.

Indómita presentó su Duetto Pinot 2015 ($10.000) más fresco, sabroso  y con menos madera, que en versiones anteriores. También a su nuevo enólogo Christina Merino.  Sobre 2016, nos dice Merino,  partieron con una cosecha anticipada, porque el oídio  que ya estaba atacando fuerte. Cuando llegaron las lluvias ya tenían 85% de la fruta de Casablanca dentro, aunque no tenían el  grado alcohólico.  Del Maipo la fruta llegó con más daño, asegura.

De Kingstone probamos Tobiano 2015 ($15.000),  un Pinot con mucha fruta roja y delicado paso por la kingston_tobianoboca,  aunque con un final  intenso a maderas tostadas. Alazán Pinot 2015 ($21.000), le supera con más taninos y fuerza, también con más rica acidez final. Aun así, su enólogo Amael Orrego, reconoce que les pesa a ambos el año cálido,  lo que resultó en frutas más negras de lo que le hubiera gustado.  Probamos una pre-mezcla de 2016 de Alazán, un año más frío y también mucho más complicado. Un año que dio uvas con menos grado y pieles más frágiles. Guardado por primera vez en huevos de cemento, este 2016 toma una dimensión completamente nueva;  no solo resta dulzor sino que da un carácter más floral, y un tanino más nervioso.

Deja un comentario

Verificado por MonsterInsights