BENDITOS BLANCOS
Cada día en Chile tenemos la bendición de tener mejores vinos blancos. Un milagro que no sólo se debe a entender que si queremos frescura en ellos es necesario ira a buscarla en climas fríos, como Casablanca, San Antonio y Paredones en Colchagua. También, hemos encontrado el significado de lo bello en lo simple; de parras viejas que gustan de calor plantadas en el lugar correcto y rescatadas con cariño del olvido. Aquí les presentamos una selección de nuestros favoritos descorchados en lo que va del año.
BLANCOS SIMPLES Y FRESCOS
William Cole Sauvignon Blanc Reserva 2017, Valle de Casablanca ($4.990). Fue nuestro favorito relación precio/calidad entre todo los Sauvignon Blanc que probamos en febrero, en Quintay. Con una nariz llena de notas cítricas, frescas, y una boca ligera, aunque muy sabrosa y de acidez exquisita. Para acompañar ostras, ceviches, y todo marisco crudo que llegue a la mesa.
Loma Larga Lomas del Valle Sauvignon Blanc 2017,Valle de Casablanca ($7.000). Con nueva etiqueta, integrado a la familia Loma Larga por completo, es el gran vino relación precio calidad de esta viña ubicada dentro de las zonas más frías del valle. Lleno de aromas cítricos y una boca muy jugosa, en perfecto equilibrio con su refrescante acidez. Para ceviches clásicos, tiraditos, y ensaladas frescas.
Cucha Cucha Muscat 2017, Itata ($7.900). Un blanco delicado, con aromas florales y cuerpo ligero; de acidez justa y seco seco, para beber bien fresco junto a camarones o pescados magros a la parrilla.
Cacique Maravilla Gutiflower Moscatel Chasellas y Torontel 2017, Yumbel ($9.900). Un vino hecho a la antigua, con sus hollejos y sin filtrar. Ligero, bien seco; refresca con su dejo a levaduras y tanino rústico; con un poco de burbujas despierta el paladar. Beba para comenzar cualquier encuentro marino.
EQ Coastal Sauvignon Blanc 2017, Valle de Casablanca ($10.900). De los vinos más salinos y cítricos de la versión 2017, de una gran intensidad de sabor en boca. Producto de una fermentación en barricas, acero y huevos de concreto. Un Sauvignon Blanc algo más serio, para beber junto a pescaditos fritos y esas fiestas mixtas de mariscos inmensas con todo lo fresco que entregua la mar.
Roberto Henríquez País Verde 2017, Valle del Biobío ($12.000). Un vino color rojo cobrizo, de capa muy delicada, y que como dice su etiqueta en realidad no es un vino por ley, debido a su bajo grado de alcohol (10.9ºA); fresco y chispeante para beber mientras se calienta la parrilla.
Estampa Del Viento Sauvignon Blanc 2017, Paredones ($10.900). Gran ejemplo blanco del nuevo Colchagua costero; lleno de aromas herbales y cítricos, y una boca de acidez exquisita que llena el paladar. Para despertar el apetito junto a ceviches bien frescos.
Veramonte Ritual Sauvignon Blanc 2017, Valle de Casablanca ($10.700). Ya debería estar por estas alturas en el mercado. Fue fermentado en barricas usadas, en acero y en huevos de cemento; todo bajo los principios en bodega de la biodinámica. Encanta en nariz con sus notas a almíbar de pera y licor de limón, y en boca es filoso, de gran volumen. La versión Chardonnay de Ritual 2016 ($12.900) es otro de nuestros favoritos, por su estilo fresco y mineral, de gran volumen en boca y a la vez filosa acidez. Para acompañar camarones y jaibas en preparaciones lo más naturales posibles.
Garage Wine Co País Phoenix 2017, Cauquenes ($12.000). Lo volvimos a probar a inicios del año y nos volvió a encantar. He aquí la mejor expresión del País vinificado como vino blanco. Es liviano y jugoso, de acidez justa, un blanco simple, para beber con toda carne blanca preparada para destacar su propio sabor.
BLANCOS QUE VAN EN SERIO
Tringario Ludópata Semillón 2017, Valle de Cachapoal ($5.000). Fermentado y guardado en barricas usadas, encanta por ser un blanco de gran volumen en boca, y una sensación envolvente que recuerda al almíbar de durazno; ideal para acompañar caldillos y pescados grasos a la plancha.
Ventisquero Grey Sauvignon Blanc 2016, Valle de Atacama -D.O. Huasco-($10.400). Este es seguro el Sauvigon Blanc más mineral de Chile, sabe a mar abierto, y cualquier marisco bien yodado irá bien a su lado.
Jofré Vino Frío del Año Blanco 2017, Curicó (11.900). Hecho con viejo viñedo Semillón y algunas plantas de Sauvginon Vert de Curicó. Fue vinificado con sus pieles durante seis meses, y no tuvo nada de guarda en madera. Su nariz con notas de maní tostado y papaya y su boca sabrosa, pero de gran filo, será compañera de pailas marinas y pescados bien grasos asados a la parrilla o al horno con mucha enjundia.
Maturana Semillón 2016, Valle de Colchagua ($15.000). De gran cuerpo y carácter, es elaborado con viejos viñedos de Paredones. Sin duda, un blanco con la fuerza para acompañar paellas, así como atún, sardinas y bacalao en pailas marinas.
Coteau Trumao Blanco del Bueno 2017, Valle del Bueno ($28.000). Este complejo blanco vinificado con sus pieles, es mezcla de todas las variedades blancas que plantaron los hermanos Porte a la orilla del río Bueno: Sauvignon blanc, Sauvignon Gris, Chardonnay Viognier y Pinot Gris. La mezcla les gustó, y a nosotros también, es una gran compañera de pescados grasos cocinados en sal al horno o con especias orientales. Y por qué no un tacu tacu marino.
Un comentario
Abelardo dijo:
Mariana da gusto leerte, tus palabras ….trasmiten en forma genial los vinos que hay que probar.. para disfrutar mejor la mis felicitaciones.