Publicación: 22 octubre 2019

Y AHORA… QUÉ NOS IMPORTA

¿Nos cayó como agua fría todo lo que esta pasando en Chile hoy? Nuestra editora mira hacia atrás en busca de las señales que venían haciendo hervir el caldo de cultivo, también en el mundo del vino.

Ayer la noticia que íbamos a publicar en el home de WiP.cl era sobre el nuevo concurso #DescubreChile creado por Enoturismo Chile para promover las visitas de los chilenos a nuestras bodegas. La dejamos en segundo plano, en la sección noticias. Hoy la traigo al home, con la pregunta: por qué tal concurso?, porque regalará a los ganadores una visita por semana. Es decir ¡4 visitas por mes! ¿Porqué no más? Hay más de 100 viñas abiertas al turismo en Chile hoy. La respuesta: Porque visitar bodegas en Chile es caro, y sólo pueden o quieren pagar los extranjeros. ¿Será porque a las viñas les cuenta mucho dar este servicio; no tienen personal suficiente; o los pocos que tienen están siempre ocupados en cosas más importantes; o los que hay quieren que les paguen más por hacer algo que nos les corresponde? Lo cierto es que como es caro no conocemos suficiente de nuestros viñedos, de nuestros vinos, y de la belleza de sus bodegas, no somos fanáticos del vino chileno.

En nuestra conversación con José Miguel Viu, la semana pasada a propósito de La Conferencia Mundial de Turismo 2019, fuera sobre la nueva autopista de Colchagua o la nueva señalética para las rutas del vino de Chile, ya había en sus palabras impotencia ante cómo se están haciendo las cosas aunque tampoco había un mea culpa por los altos precios de las visitas a bodegas (desde los $10.000 o $15.000 p/p), sí ideas para lograr algunos avances.

La semana pasada estuve en Uruguay, obviamente no auspiciada por WiP.cl. Estuve visitado bodegas a las que llegué sin aviso; me recibieron gratis, no por ser sommelier o escritora de vinos, sino porque hay bodegas que te reciben gratis; unas solo de lunes a viernes, otras todos los días. Es decir, cualquiera va de vacaciones, entre semana y disfruta de la experiencia sin pagar un peso. ¿A qué apuestan ellos? A vender vino, aceite, regalos, cualquier cosa en sus sencillas pero lindas tiendas. Si la gente valora ese esfuerzo, algo comprará, lo que pueda y sino al menos hablará de sus vinos, del lugar. Con relación a esta mirada: ¿Cuántas veces han ido en Chile a catas gratis de vinos en una tienda y no han comprado nada antes de irse? ¿Qué valor le damos a ese esfuerzo? Dirán: es que los vinos de tiendas especializadas son caros…

Entonces, ¿qué vinos compra el 90% de los chilenos: el que viaja en micro o en Audi? El mismo: el de la promo del supermercado o el de la venta especial. Los vinos caros se los regalan a los dueños del Audi, sí sus clientes. Pero acaso el que compra vinos en promoción sabe del ILA y del IVA (que juntos como impuestos suman más del 30% del valor que pagamos por el vino en Chile). ¿Qué queda para pagar los sueldos después de ese impuesto, y la tajada del distribuidor, el margen de ganancia? ¿Cómo se paga el valor de las uvas; cómo se paga la vinificación y el transporte? ¿Qué bodega es rentable después de todo eso? ¿Qué vemos en los extremos? Por un lado a las viñas grandes con grandes volúmenes de producción, o a las de autor, que tienen detrás a emprendedores que además tienen dos pegas a la vez…

Luego, ¿quiénes tienen buenos sueldos en las viñas… o son todos indignos? ¿Hay sueldos indignos y millonarios en ese mismo saco?

Si hacer vino hoy en Chile es un lujo, venderlo también lo es. Si soy chico, sin espaldas, sin pitutos en las alcaldías para sacar las patentes, o bancos para levantar un negocio sólo en el intento del primer año, me voy comer todos los ahorros (los que se pudieron hacer en otro rubro). Que lo digan los amigos de La Cava del Barrio en Avenida Italia, que tardaron casi un año en obtener al fin su patente de alcoholes porque el número de su local estaba mal inscrito. O nuestro querido wine lover Jorge Vidal, quien lo daba todo por el vino hasta que se le ocurrió poner una tienda en un Mall de Talca. Tras todos sus esfuerzos por sacar su negocio adelante, quedó en la calle. Ni hablar de quienes viven de sus fraudes y una y otra vez salen libres de culpa.

Luego están los restaurantes que venden vino, donde los clientes pagan en efectivo o tarjeta de crédito. Es decir, cash hay, pero a los proveedores les pagan a 90 días con suerte. Entonces ¿quién resiste ese bicicleteo? Los grandes.

Pero no todo es tan difícil, están los subsidios. Me refiero a esos proyectos que surgen porque el Gobierno de turno los financia a través de proyectos de innovación o desarrollo. Y vaya que ahí hay financiamiento; o había. Llegará, sin ir más lejos, algo grande para los pequeños productores del Itata. Según una investigación que estoy realizando serían cerca de $700.000.000 destinados a promover este sector vitivinícola. Genial, pero perdón que lo dude: ¿cuánto de ese dinero quedará en la administración y puesta en marcha? ¿Cuanto le llegará a los productores? ¿Cuántos lograrán crear negocios sostenibles en el tiempo? Les enseñarán a ser emprendedores y cuántos podrán serlo? ¿Cuántos saben lo que implica ser emprendedor o empresario en Chile, tener empleados y no vivir de ese sueldo digno que sí llega a fin de mes; no vivir de subsidios?

Hoy en los restaurantes se quejan de que los sommeliers piden sueldos absurdamente altos, porqué no capacitar a esos sommeliers para que sean además buenos administradores, porqué no capacitar administradores para que sepan de vino. Y también como no, por qué no empezar con humillad desde abajo y ganarse el espacio poco a poco. Porqué querrían que nuestros sommeliers participen en concursos de vinos, se capaciten, eleven su nivel, si no valorarán su conocimiento; porque se quejan si se van al extranjero, o ya no trabajan en la sala del restaurante. Por qué miramos con envidia que los mejores sommeliers de Argentina, los que ganan concursos, son sus profesores.

La pregunta que yo me hago hoy desde mi lugar es ¿cuánto nos importa lo qué le pasa a los demás mientras yo esté a salvo? ¿Cuánto nos ha importado opinar o estar informados sobre otras realidades? Recuerdo un WiP News, de los 130 que hemos enviado con nuestro resumen de la semana en estos tres años de existencia. Les hacía la pregunta: ¿Qué nos importa? Hoy esa pregunta toma más valor que nunca. ¿Qué nos importa? Ahora cómo vamos a hacer para que esta industria, rubro, familia como quieran llamarla, siga adelante sin ser un lujo para unos pocos? Por mi parte seguiré con WiP.cl informando sobre todos los puntos de vista a los que me sea posible llegar, lo que venimos haciendo desde ya algunos meses junto con el llamado a DONAR lo que puedan y cuando quieran si es que les parece importante que existamos. Seguiremos aunque para algunos es más importante el error de tipeo o la falta de ortografía, que el contenido que aporta.

¿Saben de cuántas agencias de comunicaciones publicamos noticias en WiP.cl? Saben cuántas terminan sus mails diciéndonos «agradezco tu apoyo en la difusión de esta nota». Saben cuántos proveedores de la industria nos invitan para que cubramos sus eventos, pero creen que nuestros lectores no son su público objetivo. ¿Y saben por qué publicamos su información? Porque creemos que sí son importantes de comunicar. Porque hay un trabajo detrás. Porque hay gente detrás.

Quien esté libre de pecados que tire la primera piedra. Cada quien sabe en esta cadena (desde el consumidor hasta el miembro del directorio) qué puede y qué no puede hacer, si es que le importa. Sin egoísmos. Y eso, incluye por supuesto, el cuidado del medio ambiente. Hoy más que nunca pienso que debemos decir con conciencia que hemos avanzado muchísimo, que muchos hacen un esfuerzo enorme por pagar precios justos por las uvas con que harán sus vinos y pagar suelos dignos  en servicio, pero que mucho falta hacer aún desde el lugar que cada uno tiene para crear un Chile mejor para todos. Y en esa dirección, destruir los logros de otros a pesar de las injusticias que podamos o no ver, por supuesto que no debería ser el camino.

 

Si esta nota deWiP.cl u otras de nuestra autoría te han sido de utilidad e interés, te invitamos a apoyar este proyecto de prensa de vinos independiente, el primero y único de Sudamérica auspiciado por sus lectores, no por bodegas. Porque para seguir siendo independientes y seguir hablando de vinos como sólo nosotros podemos hacerlo, necesitamos de tu apoyo. Puedes aportar con lo que puedas, desde $1.000o suscribirte y recibir la tarjeta de #SuscriptorWiP con la cual tendrás acceso a descuentos en catas y eventos relacionados con el vino por 12 meses, por apenas $19.900 al año (no por mes).Renuevas tu suscripción anual solo por $16.500.

Tenemos seis ojos detrás de cada nota, de todas maneras si encuentras algún error de información o redacción por favor hacérnoslo saber a contact@wippunto cl (el correo no está escrito como debe ser -.cl-  para evitar motores de búsqueda y spam).

Deja un comentario

Verificado por MonsterInsights