Nuestra editora  repasó la carta al Viejito Pascuero escrita en esas mismas fechas el año pasado, y se dio cuenta que aunque no parezca, si miramos la copa medio llena,  sí avanzamos, paso a paso, pero avanzamos.

Querido Viejito Pascuero:

Por estos días cuando todos corren para comprar regalos, en WIP.cl nos detenemos para mirar atrás y agradecerte por los regalos recibidos este 2018 y que nos abren a grandes oportunidades para el futuro. A pesar de que, bajo una primera mirada,  este fue un año para la mayoría  duro y lento. Nos gusta pensar que lo que no te mata, te fortalece.

Lo primero es agradecer la cosecha 2018, abundante y  muy buena en calidad, y así dejar atrás dos años de mala racha: 2016 por lluvias, 2017 por incendios. Lo segundo, agradecer que a pesar de haber sido un año lento en precios de uvas y vinos durante este año  -tal vez por ello mismo-  no han dejado de nacer nuevos proyectos de vinos que suman valor y diversidad al vino chileno. Se agradece que a pesar de la adversidad, aún  haya ganas de innovar y sumar.

Celebramos además que este año los pequeños productores, aquellos dueños de tierras y viejos viñedos, sigan estando bajo el foco de la atención. Algunos volvieron a viajar fuera de Chile para mostrar sus vinos, otros lo hicieron por primera vez; otros, siguen queriendo hacer sus propios vinos. Nos alegra verlos preocupados por mejorar calidad y buscar alternativas para rescatar y valorizar sus viejos viñedos. Nos alegra que los incendios del 2017 los pusieron bajo la lupa y, que si bien perdimos valiosos viñedos viejos, en las zonas más afectadas vimos esta primavera nuevas plantaciones que ya suman más que todo lo perdido.

Valoramos que ese rescate no sea solo entre pequeños, también entre los grandes, que han puesto sus ojos en el sur. Porque sí, definitivamente este ha sido hasta ahora el  mejor año de los vinos del sur de Chile. A pesar de un verano-otoño complicado por las lluvias, todo el trabajo hecho en años anteriores en silencio está comenzando a dar frutos, en especial sus espumantes, de los cuales la próxima semana para brindar por un nuevo año, les hablaremos con más detalle.

No hay que mirar mucho más allá,  para darse cuenta que los conflictos de hoy en el sur que acaparan las noticias, conviene ser resueltos en paz para que los  nuevos ejes de la industria del vino en Chile se puedan trasladar con éxito en esa dirección.

El año pasado temimos que el nuevo Gobierno pasara excavadora con el apoyo dado años anteriores  a medianos y  pequeños, pero hemos visto y escuchado que cree en  las pymes como  base del desarrollo, y que habrá apoyo para ellos. Ojalá que así sea y se multipliquen. Que no quede solo en palabras y buenas intenciones.

Este año también ha sido tiempo  de establecer compromisos de Gobierno para posicionar el enoturismo como foco para el desarrollo futuro del vino chileno. Gracias Viejito, ahora te pedimos que las cosas se hagan bien, con lucas sí, pero por sobre todo que detrás de los fondos asignados haya pasión; que haya pasión detrás de cada iniciativa; no cumplir un plan por cumplir plazos. Porque solo así con los pocos recursos que tenemos, comparados con los grandes países que nos llevan la delantera,  podremos multiplicarlos y difundir el mensaje. No necesitamos creatividad para ahorrar recursos, sino para multiplicarlos.

Queremos que lleguen más turistas extranjeros sí,  y también que recorran las viñas y el país más chilenos,  y para eso necesitamos que tengan incentivos. Ya sabemos, aunque no nos guste verlo, que nos rendimos ante las gangas, y más aún ante los regalos, y para eso necesitamos que baje el ILA (impuesto a los alcoholes como el vino, hoy en 20.5%) al menos en las bodegas. Y entender que si queremos estimular el turismo interno, esto es clave, y parte del lobby que deben hacer  los  mismos organismos que se crearon para promover el enoturismo local. En esto te pedimos Viejito acelerar el ritmo de las acciones,  pues de poco vale tomarse un año entero para ver  cómo promover el enoturismo, si creemos que es más importante «la estrategia»  que salir a probar varias estrategias durante cada nueva temporada.

Y en esa línea, seguimos necesitando que a las viñas y sus campañas de marketing  les importen  menos los puntajes de sus mejores vinos, y promover más  la compañía de sus vinos con la comida. Necesitamos que en sus propias casas  y redes sociales se vean bebiendo vino. Seguimos necesitando que los adultos reemplazan las bebia’, al menos durante la cena,  por una copa de vino.

Necesitamos que el vino sea considerado un alimento,  y que las copas de vino que se han impuesto en algunos restaurantes sean grandes, con abundante vino servido, no chicas, con ml. miserables  y además caras.   Hay que darse una vuelta por Mendoza para darse cuenta de qué estamos hablando.

Y sí, todavía necesitamos más vendedores apasionados  por el vino y  bien formados. Tal como lo dijimos el año pasado, los necesitamos en tiendas, en restaurantes y también al mando de nuevas distribuidoras y cualquier proyecto de vino que surja.

El año pasado Viejito te pedimos más tiendas de vinos atendidas por gente apasionada por el vino, y nos escuchaste, gracias! aunque otras inevitablemente cerraron. ¿Qué hacer para que sean sustentables?  Mándanos una luz… Ayúdanos a abrir el círculo de los fanáticos del vino.  Porque también todavía, y más que nunca, necesitamos que el vino sea un negocio sostenible, que haya equilibrio entre el excel y el amor al arte. Necesitamos que el negocio sea más ágil  y menos pesado en su estructura, la fórmula empresarial del futuro y que los grandes ya bien lo saben.

Y así te volvemos a pedir que la Patente de Alcoholes para vender vinos  en tiendas gourmet, no sea tan complicada como la patente de botillerías. Necesitamos que no haya trabas para obtener Patente de Alcoholes a grandes, medianos o pequeños restaurantes para vender vinos junto con las comidas, porque el vino, ya lo dijimos  es un alimento.

Y como alimento que es, y sustento laboral de miles de familias de todo Chile, te pedimos Viejito que para las viñas chilenas y sus productores de uva, grandes, medianos y pequeños, el cuidado del medio ambiente y de las personas que viven en sus comunidades,  siga siendo una prioridad, liderados por el Código de Sustentabilidad de Vinos de Chile. Y que esa intención, se contagie en forma de liderazgo e incluso  misión industria, para que así se multiplique hacia otras actividades agrícolas. Para que no sepamos más de  niños afectados por  «líquidos»  aplicados en campos agrícolas. Y hablando de Vinos de Chile, el organismo que reúne a la mayor cantidad de viñas de Chile, te pedimos Viejito que los ilumines para que nuestros vinos  vuelvan  a estar calientes entre los mercados internacionales, y un día, no muy lejano, lo logren dentro de su propia casa.