La Denominación de Origen para quesos más antigua del mundo, fue  reconocida con el fin de que su comercialización sea protegida y valorizada como francesa ante el consumidor chileno.

En una ceremonia realizada el 10 de diciembre de 2018 en el Servicio Económico de la Embajada de Francia en Chile, el jefe de Gabinete del Instituto Nacional de Propiedad Industrial (INAPI), Cristóbal Jara, entregó el reconocimiento oficial de este queso azul como Denominación de Origen protegida en el mercado chileno, en presencia del Embajador de Francia Roland Dubertrand.

El reconocimiento fue recibido por Dominique Torres, representante de la Confederación general francesa del Roquefort, organismo de defensa y gestión de la Denominación de Origen protegida francesa Roquefort, quien inició en 2015,  ante las autoridades chilenas del INAPI y del Ministerio de Agricultura, esta solicitud de reconocimiento, en nombre de todos los criadores de ovejas y productores franceses de Roquefort.

El Roquefort es el primer queso  francés reconocido con Denominación de Origen en Chile. Con este derecho las cualidades y reputación del producto están protegidas frente a terceros que lo utilicen en forma desleal y, al mismo tiempo, entrega al consumidor final la seguridad que el producto comprado posee las cualidades que otorga su lugar de origen», afirmó el jefe de gabinete del INAPI Cristóbal Jara.

En el acto participaron las principales marcas francesas de Roquefort presentes en Chile, “SOCIETE” (del Grupo Lactalis-La Vaquita), “ILE de FRANCE” y “PAPILLON” (del Grupo Savencia-Santa Rosa), con degustaciones de recetas elaboradas por la Escuela chilena del Queso.

El queso Roquefort en Francia depende  de 1.645 criaderos de ovejas, las que producen la leche con que los elaboran apenas  7 productores; los que produjeron en 2017 un total de 16.184 toneladas de queso.

La Denominación de Origen Controlada Roquefort fue la primera recibida por un queso en Francia, el año 1925. Sus reglas de producción establecen que la leche con que se elaboran debe ser de oveja,  de la raza Lacaume, debe ser leche cruda y entera,  proveniente del «Radio de Roquefort» que se extiende a través de los departamentos de Aveyron, Aude, Gard, Hérault, Lozère y Tarn.

El queso de Roquefort debe su riqueza  a los pastos de esta zona donde pacen  los rebaños, el  clima desapacible y contrastado de Grands Causses y un hongo microscópico que  vive en las entrañas del Combalou. Se trata del Penicillium roqueforti, que tiene el poder de transformar el requesón de oveja en queso untuoso.

En el corazón del desprendimiento rocoso del Combalou, con 2 km de longitud y 300 m de anchura, recorrido por «fleurines», verdaderas galerías naturales, donde madura el célebre Roquefort durante un mínimo de 14 días. Talladas en la roca y acondicionadas en pisos superpuestos, las bodegas se ventilan naturalmente, posibilitando una temperatura constante tanto en verano como en invierno de 8 a 10°C. La higrometría de 95% se alcanza gracias a la infiltración del agua a través de los desprendimientos. Para terminar su transformación, el Roquefort es recubierto por una hoja de estaño, continuando así su lenta maduración antes de llegar a la mesa.