Visitamos a Sergio Amigo en Cancha Alegre (Cauquenes), para conocer su campo de viejas parras de cepas patrimoniales, atacado por las llamas en tres flancos durante aquel fatídico verano del 2017.

Sergio Amigo se hizo de su primer  campo en  Cauquenes por su padre, quien con un viejo amigo  en el sector de Cancha Alegre, había hecho un trato:  cuando  éste falleciera le compraría su tierra. Fue el primer campo que Sergio y su hermano tuvieron,  y donde plantaron sus primeros viñedos, con variedades francesas como Syrah, Cabernet Franc, Garnacha, y por supuesto, Cabernet Sauvignon. Al poco andar se enamoraron de otro campo, el de Los Rojas, ubicado muy cerca, donde habían plantadas parras viejas de cepas patrimoniales. El objetivo aquí era cuidar de este tesoro, nunca hacer vinos, nos cuenta Sergio hoy a cargo de la Viña llamada Cancha Alegre. Pero como todo cambia, las ganas de hacer vino también cambiaron, y junto con ellas, llegaron los incendios del 2017.

Justo ese verano 2017  Sergio había decidido dejar su vida en la ciudad (trabajaba en inversiones y mesa de dinero) para dedicarse 100% a la vida en el campo. Por eso estaba allí cuando el fuego comenzó a amenazar los bosques de eucaliptos que rodean sus propiedades. En menos de  hora y media, cuando al fin llegó el fuego, solo lo quedó la desesperanza de verlo todo convertido en cenizas.

La mitad del viejo viñedo desapareció bajo el fuego, literalmente. Hoy, allí no crece más que pasto. En la otra mitad, se quemó una antigua casona de adobe que estaba  siendo remodelada para recibir visitas;  también  gran parte del bosque nativo que le rodeaba, y las viejas parras que esta primavera,  año y medio años después de los incendios, vuelven a brotar. Muy cerca de todo ello, solo queda el recuerdo de un vivero con 15 mil estacas recién plantadas que buscaban  multiplicar  las viejas parras que han ido perdiendo superficie con los años.

Hasta este campo han llegado los más diversos expertos con el fin de rescatar sus viejos viñedos, plantados con poco de mucho: entre ellas, que sepan, la cepa San Francisco, Cinsault, Blanca Ovoide, País, Carignan, Torontel…  A su vez, han  vuelto a rescatar viejas parras de campos vecinos para comenzar a multiplicarlas y seguir la labor de proteger y expandir el tesoro que aquí resguardan.

Una fría mañana  al inicio de la primavera 2018 estuvimos en Cancha Alegre. Los invitamos a que nos acompañen en esta caminata por el secano de Cauquenes junto a Sergio Amigo.