QUE NOS DEJÓ CHANCHOS PATRIOS

Publicado el 07 septiembre 2018 Por Mariana Martínez @mymentrecopas

De la celebración en Quinta Normal, partimos a conocer las novedades de CHANCHOS PATRIOS. Aquí nuestros elegidos entre esta tribu de vinos con y sin tabú.

Hay que confesarlo no pudimos probarlo y conversarlo todo, o lo uno o lo otro, pero les prometo que hicimos nuestro mejor esfuerzo buscando novedades, entre tantas caras conocidas y los amigos con copa en mano. Aquí están, entre todos los PEQUEÑOS VIÑATEROS y VINOS DE AUTOR, nuestros nuevos favoritos. Los que no he mencionado aquí estuvieron en otro evento posterior, Colchagua Singular, y serán parte de una nueva historia la semana que viene. OWM Wines, con una familia de vinos cada vez más grande e interesante, tendrá pronto también su propio capítulo.

Un comentario aparte, a raíz de un descargo de un fan de Chanchos Deslenguados y #SuscriptorWip en su FB (Pedro,  el Marciano), que decía así: «Pero como que están apostando mucho a lo conocido…» Podemos ver aquí dos lecturas: Por un lado, se puede  hacer mucho vino desconocido y no vender más que cada vez que hay una feria Chanchos Deslenguados. Por otro lado, ¿hacer lo desconocido es hacer experimentos?  Si es así, por lógica irán decantando los éxitos y no los fracasos. Como sea, vimos mucho de todo, entre ellos experimentos exitosos que no nos gustaron. Cuestión de gustos como siempre. Para mostrar todo  es Chanchos Deslenguados.

HOOPS 2016. Esta mezcla del jardín del gringo Guy Hooper, es un lindo sobreviviente de la lluviosa cosecha 2016, pues es mezcla principalmente de la tardía cepa Carmenère, con un 2% de Malbec y el resto de Petit Verdot (de las cepas más impactadas por las lluvias).  Tuvo dos años de guarda en botella, antes uno en barricas usadas. El vino es liviano y cálido a la vez, con un final muy sabroso. De los más ricos Hoops de su pequeña propia historia. Ojo porque solo  hay 285 botellas ($20.000/ $15.000 en la feria).

 

MONTSECANO 2017. Este proyecto nacido como un único Pinot Noir ($20.500 ) de Las Dichas, la zona más fría de Casablanca, ha crecido hacia abajo, con dos hijastros adorables ($10.500). El Refugio que es 100% Pinot Noir, en su versión 2017 hecha 100% en huevos de cemento, y el Migrante 2017 que repite la fórmula de Malbec y Pinot Noir, con un porcentaje de uva que viene de las espaldas de Casablanca hacia el Maipo. No hay por cual decidirnos, todos llenos de fruta roja bien fresca, a pesar del año cálido. Pero claro Montsecano, el primero, es más de todos! Siempre un imperdible junto a sus socios Julio Donoso (por cierto no se pierdan este entrevista que le hicieran en revista Capital) y Javier de la Fuente.

 

MACHALÍ CABERNET 2012. Es raro decir que es novedad pero lo es. Es la última cosecha en el mercado de este proyecto que tiene su origen ahí, en Machalí (Cachapoal Andes). Las uvas de sus viñedos de más de 20 años, las vinifica  Rodolphe Bordeau, un francés que lleva ya casi tanto tiempo o más que yo en Chile. Y aquí aplica todo lo aprendido, como responsable de las barricas en Domus Aurea. Una maravilla tener un Cab a $10.000 precio feria /$14.900 normal) con seis años de vida y así de impecable, mucha fruta roja, fresca, de acidez divina, liviano y con fuerza a la vez.

 

GONZALEZ BASTIAS EN VERTICAL. Genial poder degustar tres versiones de un mismo vino (mezcla de País, Semillón y Moscatel Negra, vinificados 60 días con sus pieles) en estas instancias, no sé si serán en todo caso lo mejor. Pero funciona para demostrar los cambios de añadas. Nuestro favorito es 2016 más floral, más fresco, más fenólico también. Entre sus novedades para destacar el Semillón  2017 ($7.000) muy floral, muy fenólico y dulzón a la vez.  Y solo para los golosos, su nuevo Asoleado 2017 ($26.000).

 

EL AYNCO DEL SUR. Porfiado es Rodrigo Moraga en su forma de hacer vinos, 100% naturales sin nada de sulfuroso. Por eso hay cosas que le resultan y otras que no. Nuestro favorito de su nueva cosecha 2017 un fresco y austero Rose Capricho, de preciosa etiqueta, hecho con País y Moscatel (sí, ya pasó la obligación de hacer rosados solo con cepas tintas), de divina acidez y un dejo amargo en su final que le aporta más sabor.   Otro favorito el Moscatel de Alejandría 2017 de un viñedo de 90 años, en cabeza, vinificado solo en acero, filoso, ligero, con notas a manzana verde, muy frutal. Más complejo aún es Amulen 2017, mezcla co-fermentada, como su versión anterior, de Chasselas, Moscatel y Semillón; otro blanco turbio en color, con notas a pan tostado, levadura, muy cremoso en boca.

 

TERROIR SONORO. Siguiendo el vuelo de los blancos sin filtrar, llegamos  los vinos Juan Ledesma; así a  Verso Primero, un Moscatel de Alejandría ($22.000), fermentado en barrica, prensado y a la botella. Es floral y con notas a levadura, cremoso en boca y a la vez de muy rica acidez y, curiosamente, final salino. Definitivamente de muy sabroso final. Y aunque tiene seguidores y promotores de la talla de MW, lo preferimos sobre Reptiliano; 50% de Moscatel con sus pieles  y 50% de País fermentado como blanco. «Es lo mas raro que hago», me dijo Ledesma, y tiene razón. Es raro y con volátil alta, avinagrado en su final, amargo y secante a la vez: yo paso. Sigamos con sus tintos,  mejor; Tinto ni tanto 2017 (País -Cinsault), un tinto 0% madera, ligero, muy jugoso;  Tartufo 2015 ($14.900) con Malbec  de San Rosendo,  guardado 12 meses en barricas; de deliciosa fruta negra. Su par, Terroir Sonoro 2015 ($19.900) con nueva banda sonora: increíblemente más intenso y más profundo.

 

AGRÍCOLA MACATHO. Un proyecto de Macarena del Río  (la enóloga chilena) y Tomas Parayre,  su enamorado francés, solo quisieron esta vez presentar toda su escudería de vino de cepa País, proveniente de diversos rincones del sur profundo. Nuestro favorito el Petit Verdot-País llamado en francés El Dia y la Noche (La Jour et le nuit), nombre muy bien puesto, el resultado entre estas dos variedades tan opuestas y complementarias,  funciona, hay fuerza y liviandad, también fruta negra sabrosa.

 

WILDMAKER’S. para partir Sabático 2017 blanco, un Moscatel de Itata con una nariz impresionantemente floral, envolvente, y una rica acidez en boca, algo amargo, pero no molesta por tanto sabor de fondo. Su versión tinta, mezcla de Garnacha y Carignan del Maule 2015 es un tinto jugoso, de muy rico final. Ya sabremos más de esta dupla formada por José Miguel Sotomayor y Luca Hodgkinson.

 

 PARACAÍDAS. Probamos los vinos de Tibisay Baesler, ex enóloga de IIVO, que andaban dando vueltas para ser parte el próximo Chanchos. Pasaron la prueba. Un Cinsault  Uyak y un Carignan Umara,  del Itata 2017. Dos tintos deliciosos, con mucha fruta madura, sabrosa. Los dos muy suaves, producto de muy poca extracción en la vinificación: el Cinsault muy jugoso, con un sutil dejo a humo de los incendios 2017. El Carignan liviano y fresco.

 

HUINGAN 2017. Este es la segunda versión de Huingán, de este País del Itata del enólogo Orlando Fariña y su señora. Con una vinificación tradicional, con muy poca extracción, y fermentación en barricas usadas. Hoy entrega mucha fruta, que se siente muy jugosa en boca, con un muy sabroso final. Solo 650 botellas ($14.000/ $10.000 precio feria).

 

LA SIDRA. Desde las primeras versiones Quebrada del Chucao está presente, y desde entonces la hemos visto crecer. Esta vez Diego Rivera y su madre y socia Harriet Nahrwold llegaron con una nueva versión, más seca y más compleja, más seria, guardada en barricas; de un color dorado intenso muy atractivo ($10.000 en la feria). La etiqueta, que ahora lleva su origen (Huiscapi, Villarrica) está preciosamente  ilustrada por Luisa Rivera, miren que hermosura su trabajo.

 

TINTO DE RULO. Al fin llegaron sus nuevas ediciones 2017. El Malbec de San Rosendo (fermentando en tinajas y barricas de madera) es una delicia: liviano, jugoso, de muy rica acidez, lleno de fruta negra. El Carignan (vinificado igual), es igual de sabroso, pero más cremoso ($15.000 /$10.000 en la feria). Siempre imperdibles.

 

CATRALA DE CASABLANCA. Con viñedos bajo el manejo biodinámico, en un especial rincón apartado de Casablanca, esta bodega corre por cuenta propia en este valle frío costero. Su novedad un Rosado de mezcla (Carmenère, Gewüztraminer y Sauvignon Blanc); otro rosado sí de blancas y tintas, cada vez los vemos más. La mezcla funciona, es liviano, amable, y de muy rica acidez, con mucha fruta cítrica en nariz y boca. ($8.000 en la feria).

 

VULTUR. Daniel Miranda y su señora Alejandra Toro están detrás de esta familia de vinos que son de los más convencionales en la feria Chanchos, y que por lo mismo son curiosamente aire fresco, entre tantos vinos ligeros y filosos.  Cada año, eso sí, se van refrescando, sin salirse de su foco. Su Carignan de Colchagua, Toromiro, en su versión 2017, es su lado más extremo en ligereza, y eso que tiene fruta para regalar, bien negra, madura, jugosa, una delicia como su precio ($7.000 en la feria).  Otro imperdible, es su Malbec Vultur 2015 de Cachapoal; el único que proviene de su propio campo en la cordillera de la Costa, plantado el año 2010 en cabeza. Se guarda 14 meses en barrica y dos años más en botella ($13.000/ $10.000 en la feria), ¿tanto por tan poco? Una ganga.

RICHARD WINES. Plop!! admirados, quedamos con las nuevas etiquetas de Miguel Richards en sus vinos; muy modernas, aunque muy parecidas a las de Viña Maycas del Limarí. Porque  Miguel está en el Maule, camino a Curepto. Ese año nos volvió a sorprender con sus vinos que nacen de sus  3.5 hectáreas de viñedos propios. Nuestros favoritos dos cepas blancas tradicionales: Sauvignon Blanc 2018 y Chardonnay 2017, dos blancos con muy buen volumen en boca.

 

BISOGNO. Proa es la nueva línea de blancos de Diego Morales. Sus vinos ya los habíamos probado sin etiqueta, pero vaya que le quedaron lindas. Les sube el pelo, pero también exigen más como vinos. Nuestro favorito fue la mezcla Riesling  y Pinot Grigio, muy dulzón para algunos, para mi  perfecto con su rico sabor agridulce para platos asiáticos, con toques abocados o picantes ($5.000 en feria, otra ganga).

 

LA REIVINDICACION DE COLECTIVO MUTANTE. La versión pasada de Chanchos este colectivo formado por Carlos Wong,  Carlos Díaz, Diego Edwards y el enólogo francés Cedric Nicolle, presentó una seguda versión de su delicioso Pedro Ximenez #1. Esta vez guardado en barricas; no nos gustó, con demasiado de todo lo que ellos mismos han venido despotricado por años. Esta vez mostraron un tercero, mezcla de años 2016 y 2017, equilibrio perfecto entre la fruta del #1 y el segundo. Haciendo se aprende.

EL CARMENERE CAMPESINO. ¿Se acuerdan del Carmenère Dely? Pues esta versión 2017 la hace Cedric Nicolle, quien lo guarda en barricas nuevas sin tostar. El vino sigue la línea que le dio el triunfo como mejor Carmenère en el Concurso Carmenère del Mundo 2016. Especiado en nariz, sin ser verde; delicado en boca, sin ser aguachento; muy amable y de acidez justa. Un delicioso Carmenère.

 

VILLALOBOS, Y SU CARIGNAN SALVAJE. Ya están con su versión 2016, la más fresca de su historia; y no solo por su  rica acidez, sino por su sensación frutal- frutal. Liviano y sabroso en su final. Nada más que pedir a este atípico Carignan que crece en los árboles de Lolol ($13.000/$10.000 en feria).

 

GARAGE, SIEMPRE RICO RICO. Pilar Miranda ( la misma de la polera) socia, junto a Derek Mossman y Alvaro Peña de este proyecto que no deja de crecer y sacar aplausos, y tampoco deja de estar en Chanchos. De sus novedades probamos Old Pale 2017, en base a Carignan y Mourvedre, fresco, liviano, muy jugoso ($7.000 en la feria); también el Cinsault 2017, otra delicia, liviano, muy sabroso, y el más serio Carignan de Truquilemu 2016 (con dos inviernos en barrica), pura fruta negra, cítrico?!;  liviano pero con fuerza; para guardar y guardar.

 

MAITÍA. Llegamos en el momento justo para probar la última choreza de David Marcel, siempre rescata de las tradiciones del campo del Tío José donde produce sus vinos: se trata de María Angélica,  nuestro oporto nacional dice Marcel,  promotor de esta tradición que dice es más vieja que la Cocoa. Se trata de un jugo de cepa País cortado con destilado de vino hecho con uvas de Moscatel de Alejandría (vino de uvas no de orujos!, dice, muy importante). La fórmula precisa: 1 de jugo x 4 de aguardiente. Ya verán, cosa más dulce y rica. Por ahora solo compra directa (http://petits.cl/portfolio/aupa/ ) o al teléfono  +56 9 6846 0098. Vaya cierre para un día Patrio junto a Chanchos Patrios.

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3 comentarios

  1. […] También presentes en Chanchos Deslenguados, mostraron su nueva versión de Carignan Salvaje 2016 y Carmenère Lobo 2017. El Carignan […]

  2. […] los pequeños, Gutiérrez destaca en su último informe los avances encontrados en los vinos de  Chanchos Deslenguados, quienes dice: “parecen intercambiar  muchos feedback entre ellos”. De los […]

  3. Hola les cuento nesesito dar a conocer sus maravillosos vinos en mi comunidad.

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