LIMARÍ INDOMABLE

Publicado el 12 diciembre 2016 Por Rodrigo Ortega (*) /@rodrigoterroir

El periodista Rodrigo Ortega, fanático de la geología en el vino, nos lleva a un viaje profundo por uno de los valles más complejos y fascinantes de la vitivinicultura en Chile, y lo hace al final de la mega sequía que nos mostró su lado más implacable.

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Siempre conocí el lado cool de Limarí. Temperaturas moderadas, mineralidad y un terroir de lujo en medio del desierto. La palabra carbonato de calcio comenzó a ser conocida en Chile gracias a esta D.O. Y sin ella, seguramente todavía estaríamos tomando vinos de rica acidez y nada más. Pero esta denominación también mostró que puede ser un lobo con piel de oveja. Esta vez, por la sequía más grande de sus últimas dos décadas. Donde el terroir mineral del norte chileno mostró su lado más rebelde.

Sin lluvias ni nieve en la cordillera algunos productores de Quebrada Seca, su zona estrella, literalmente quebraron. El 2014, sólo cayeron 40 mm de lluvia en un año y los embalses quedaron con el 10% de su capacidad. Así, el hilo se cortó por lo más delgado. Muchos productores suspendieron sus riegos y varios cuarteles quedaron sin producir. Y La desaparición del Chardonnay Quebrada Seca de Viña De Martino, hoy es el ejemplo concreto de cómo este terroir puede sacar su lado más intratable y poner a todo el mundo de rodillas.img_6525

El caso de este viñedo de Chardonnay es impactante. Pasaron de producir 160.000 kilos de uva a solo 9.000 el 2014. Y no dio para más. “Aunque nos enfocamos en regar el sector del viñedo que utilizábamos para Quebrada Seca, al final la sequía no nos permitió seguir con la producción debido a la poca agua disponible.  Es una pena porque ya no hdemartino_quebradasecaabrá más. Por lo menos por un tiempo”, nos comenta el enólogo Eduardo Jordán el segundo a bordo de Viña De Martino.

Por su parte, Héctor Rojas, viticultor jefe de Viña Tabalí, tuvo que tomar la difícil decisión de dejar de regar algunos cuarteles de la terraza sur del río Limarí (en el fundo Santa Rosa), consciente que era el mejor camino para mantener su estándar de calidad. “Si los dejaba (producir) sabía que las enfermedades se iban a expresar fuertemente y cuando volviera a regar en forma normal, no iba a ser la misma planta, sino una enferma, con menos calidad, menos producción y más cara de producir”, comenta.

TERROIR DE EMBALSES

Y claro, todo este difícil escenario se empeora si además el clima no pone de su parte. Y es que Limarí está justo frente al limari_aguaanticiclón del Pacífico. Una agradable noticia para los veraneantes, pero no tanto para las bodegas que saben que esta masa de alta presión (al contrario de un Ciclón) actúa como una turbina hacia abajo impidiendo cualquier aparición de nubes y en confabulación con la Corriente fría de Humboldt, que baja la temperatura del mar y disminuye la evaporación del agua.

Por eso las bodegas de la zona manejan una artillería de alternativas para estar prevenidos frente a una sequía. No sólo pozos de agua, sino también su conexión con los embalses Recoleta, Cogotí y Paloma. El corazón de este terroir que sobrevive en parte gracias a esta obra monstruosa y visionaria y sin la cual, probablemente, no estaríamos descorchando los ejemplares minerales que conocemos. Creados en 1929 y terminados recién en la décadas de los 60’ es la más grande capacidad de embalsamiento que tiene una región (1.000 millones de metros cúbicos).

Y hoy, después de haber sobrevivido a la sequía más grande desde 1997, las bodegas han sacado lecciones. Cristián Carrión subgerente de Limarí para Maycas de Limarí nos cuenta que todos los directores de las asociaciones de regantes están siendo súper conservadores. “Hoy se reparte solamente 1/3 del total. Lo que te permite garantizar 2 a 3 años más de agua. Hay un criterio distinto de asignación. Cosa que nunca había pasado, porque antes era año a año”.

ROCAS MADRES

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Afortunadamente Limarí cuenta con un universo de terroirs lleno de diferencias geológicas, litológicas, vitivinícolas y climáticas. A diferencia del fragmentado espacio que hay en la Borgoña, por ejemplo, en Limarí las escalas son enormes y se suele hablar de él como solo una unidad. Pero cuando entramos en Quebrada Seca, Fray Jorge, San Julián y Río Hurtado comprobamos que son planetas totalmente distintos y no tienen nada que ver uno con otro. En cuanto a rocas, en cuanto a clima y en cuanto vinos.  De mar a cordillera el orden sería así:

 

FRAY JORGE

talinay_vinedosMás que arcillas calcáreas (como ocurre en Chablis por ejemplo) acá el protagonista de la película es el carbonato de calcio (CaCO3). Un compuesto químico presente en muchos organismos marinos y asociada a suelos donde nacen algunos de los mejores vinos del mundo. En el caso de Fray Jorge, después de 5 a 20 millones de años de evolución, quedó depositado en el viñedo Talinay, de Viña Tabalí. Por lejos, la línea con mayor valor agregado de la bodega. Desde acá producen Sauvignon Blanc, Chardonnay y Pinot Noir. Todos marcados por una boca llena de mineralidad.

Los informes técnicos que nos muestra Héctor Rojas me aclaran el panorama y todo parece ser parte de una formación de gravas y arenas aluviales de la edad Miocena-Pliocena. Eso significa que es probable que haya habido masas de aguas continentales de poca circulación, asociadas a zonas tropicales húmedas. O sea, lagos. Pero además esas gravas cubren un enorme grupo de rocas graníticas del Jurásico Tardío, al final de la época de los dinosaurios. Acompañadas por la Falla de Puerto Aldea bordeando su frontera oeste. Un accidente geológico que les sirve para el abastecimiento de agua (acuíferos profundos del valle del Limarí) que suben al chocar con esta mega estructura. Fascinante.

talinay_tabaliPero esto que parece muy positivo es en realidad una viticultura que vive siempre al borde del milagro. El carbonato de calcio que le da fama y mineralidad a sus atómicos vinos también puede matarlos con la clorosis férrica. La falta de fierro en la planta. Por eso Héctor resume muy bien el enorme valor del trabajo vitícola en Limarí. “Cualquier cosa que no hagas bien, la planta te acusa inmediatamente. Acá siempre está tratando de tirarte para afuera”.

Y aunque Fray Jorge tiene un vínculo cercano con la influencia marina, al parecer es arriba en la pre cordillera donde está la clave para entender el origen de ese carbonato de calcio. Héctor me muestra su origen subiendo hacia Río Hurtado, entre los pueblos de Cortadera y las Perdices, donde hay una enorme capa sedimentaria de rocas carbonatadas.

 

QUEBRADA SECA

quebradaseca_limari2En Quebrada Seca otro es el panorama. Y Eduardo Jordán, de Viña De Martino, supo de esa realidad desde que el 2003 cuando partieron adaptando variedades para la línea homónima. Y donde algunas quedaron en el camino. Fue el caso del Sauvignon Blanc y Merlot, que nunca entregaron una calidad excepcional. “Sólo nos quedamos con Chardonnay que producía la mejor calidad de vinos. Y vimos que nos permitía mostrar de mejor manera el terroir”.

El geólogo Marcos Pffeifer me explica que en Quebrada Seca hquebradaseca_sueloay una transición entre terrazas marinas y fluviales. “Al Este son terrazas fluviales que de a poco van gradando a terrazas marinas al Oeste de la Ruta 5. De hecho es re interesante porque están al mismo nivel y es difícil saber de qué material se trata a menos que uno haga una calicata y vea el material parental.”

javier-villaroelSin embargo, Javier Villaroel, enólogo del Viñedos Maycas del Limarí, también presente en esta zona, tiene una versión más climática para explicar la personalidad de los vinos de Quebrada Seca. “Si tú tienes un clima más tranquilo la expresión aromática no se va expresar tanto. Acá la parte frutal la tienes neutralizada por el clima de Limarí que ayuda a que se muestre la mineralidad”, me comenta.

Una característica que se siente al probar sus cosechas 2009 y 2010, nacidas en El Tangue, un productor cerca de Quebrada Seca. Y que se acrecienta aún más en la 2013, mitad Tangue y Mitad Quebrada Seca. Para pasar a un vertical estilo 2015, 100% Quebrada Seca donde el sello mineral muestra su mejor cara, pero que además se potencia por el menor aporte en madera por el que han ido evolucionando. Desde 57% a 25% de barricas nuevas.

SAN JULIÁN

limari_ovalleSu nombre completo es Llanos de San Julián. Y debe ser la zona más arcillosa agrícolamente hablando en Limarí. Tiene hasta un 60% de arcilla, lo que es mucho. Eso significa unos 80 cm de arcilla llegando a 1,20 mts. Recién ahí se pueden encontrar restos de bolones de río e incluso sedimentos alineados de carbonato de calcio que arrastra el río. Mientras que en Quebrada Seca sus suelos son franco-areno-arcillosos, en San Julián son arcillosos derechamente.

maycas_pinortsanjulian_2Viña Maycas del Limarí obtiene de aquí la uva para su ícono Pinot Noir San Julián. Y demás para su Reserva Especial que tiene mezcla de Quebrada Seca. Un terroir donde su terraza aluvial no sólo es enorme sino casi no tiene desniveles de oeste a este. «Si te fijas la pendiente en muy baja hacia la costa. Casi imperceptible. Desde aquí hacia la costa hay casi 45 kilómetros. Y es casi plano. El río se fue muy lento y al irse lento, las partículas de arcillas fueron depositándose a lo largo. Tienes una arcilla híper pesada y si no le das la porosidad que necesita, la raíz se muere”, comenta Javier Villaroel de Maycas.

RÍO HURTADO
hectorrojas_tabaliRío Hurtado se parece más a Pisco Elqui que a Limarí
. En parte esto se debe a que estamos parados sobre el Batolito Elqui-Limarí. Una enorme extensión de roca granitoidea de unos 300 kilómetros que comparte con su vecino del norte y atraviesa la montaña de norte a sur. Este dato nos ayuda a comprender la clase de vinos que nacen en el pueblo de Chañar, una bella localidad donde Tabalí compró el 2010 unas 13.000 hectáreas. Sí,  leyó bien trecemil.

Y lo que encontraron fueron rocas con el mismo origen pero con tabali_riohurtado2distintos grados de alteración. “Obviamente donde es más plano el agua queda más tiempo y por lo tanto la destrucción de esas rocas es mayor versus donde hay un poco más de pendiente”. Pero además Héctor me corrige al pensar que lo que tenemos acá son suelos cortos en la parte más alta. “En realidad son suelos con menos textura fina y más roca. Aquí está menos alterado, por lo tanto hay más roca fracturada y menos suelo, mientras que allá (cerca de la ribera del río) hay más arcilla”. Lo importante para él es que las raíces se desarrollen en todo el perfil, que sean homogéneas ni amontonadas ni arriba, ni abajo, ni al medio.
rocamadre_tabaliGracias a ese trabajo vitícola brilló el Syrah en ese lugar, que ya intuían iba andar bien. Pero que tuvo un invitado sorpresa: su Malbec Roca Madre 2014. “Fue nuestro gran high light”, me comenta Héctor. Tras el largo proceso de selección en el que sólo quedaron dos o tres variedades de las 11 plantadas en este terroir en altura, extraño y excepcional. Y que sólo demuestra la diversidad de un Limarí más adulto y maduro que mostró estos años, para bien o para mal, toda su personalidad. Por eso mismo quizá a Héctor le hizo todo sentido las palabras que le dijo el año pasado Luis Gutiérrez, el catador para Chile de Robert Parker en Wine Advocate. “Este viñedo no sólo está en la mitad del desierto. Está fuera de los estándares”.

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Un comentario

  1. […] no podemos dejar de contarles en qué  está.  Ha sido semana de colaboradores. Comenzamos  con un recorrido por los diferentes  sectores/terroir del valle del candente Limarí, bajo la mirada de Rodrigo Ortega, un fanático de la geología y el vino. Luego tuvimos una mirada […]

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