A propósito de la semana mundial del Jerez, el Sommelier Diego Echegaray cuenta detalles sabrosos sobre su historia y nos tienta con botellas imperdibles. Para sumar a tu #WiPList,  si es que acaso tienes pendiente un viaje por España.

El vino de Jerez ha brillado con luz propia a lo largo de la historia, fue la bebida predilecta en los viajes de Cristóbal Colón y Magallanes (quien prefirió cargar más barriles de Jerez que de pólvora, en su viaje histórico al mando de la Nao Victoria, que dio la primera vuelta al mundo). Enrique VI dijo de este: “Si yo tuviera mil hijos, el primer principio humano que les enseñaría sería hacerles abjurar de las bebidas insípidas y dedicarse al Jerez”. William Shakespeare en reiteradas ocasiones exaltó sus virtudes de este vino, mientras el Dr. Alexandre Fleming, hizo célebre la frase: «si la Penicilina cura las enfermedades, el Jerez resucita a los muertos”.

En los últimos años, luego de pasar algunos lustros de penuria, que dieron inestabilidad a su producción, parecería que el Jerez  está viviendo un merecido resurgimiento. Hay señales claras. Su Consejo Regulador celebró recién  su tercera Internacional Sherry Week con actividades en 30 países. Tampoco faltan propuestas originales, como el primer evento de citas rápidas con vinos de Jerez en Calgary (Canadá) o la fiesta con DJ y un concurso de obstáculos en Portland (EEUU). Más información en http://www.sherry.wine/es/sherryweek

Son  más de 3.000 años de tradición enológica, a lo largo de los cuales ha desarrollado sus métodos de elaboración en las botas de roble llamadas criaderas y soleras que buscan refrescar los vinos más viejos y darle complejidad a los más jóvenes.  Sólo tres variedades de uva, todas blancas: la Palomino, de la que se obtienen vinos secos; más Pedro Ximénez y Moscatel, ambas utilizadas para vinos dulces, aportan una diversidad de estilos infinitas, todos fortificados (por sobre los 17 grados de alcohol). Están los  Finos y Manzanillas de Sanlúcar de Barrameda, los  más secos, ligeros  y delicados; los Amontillados y Olorosos más oscuros y complejos; el misterioso Palo Cortado…

Si ya eres un #SherryWineLover o aún no lo has degustado, aquí mis recomendados para disfrutar del vino español con mayor identidad e historia.

+ SACRISTIA ANTONIO BARBADILLO MANZANILLA, SAN LUCAR DE BARRAMEDA. Sacristía AB es una Manzanilla de autor, seleccionada cuidadosamente y embotellada en pequeñas sacas semestrales con el fin de apreciar los cambios que se producen  en el vino según la estación del año, bajo la crianza biológica que aporta su velo de flor, con levaduras vivas. Esta manzanilla acompaña perfectamente todo tipo de sabores que provengan del mar, como mariscos y pescados. También, con todo tipo que embutidos que contengan alta cantidad de sabores salinos. Precio aproximado: 15 €.

+ FINO  BODEGA TRADICION. Un fino con una media de diez a doce años de crianza en botas, en una de las bodegas de mayor  tradición de Jerez, como su nombre propio  lo indica. Muy seco, con marcada salinidad, complejidad e  intensidad, que deja una eterna persistencia en el paladar. Por su bajo contenido en ácido acético, es un excelente acompañante de platos de acidez destacada (ensaladas con vinagretas, adobos ácidos). Déjese tentar y pruebe los Finos con Sushi. Precio aproximado: 24 €.

+ URIUM OLOROSO V.O.R.S. Vinum Optimun Rare Signatum ó Very Old Rare Sherry, significan sus iniciales. El Consejo Regulador de la Denominación de Origen de Jerez creó esta categoría para identificar vinos con un mínimo de 30 años de vejez en las criaderas y soleras. Este Oloroso tiene 45 años en promedio, con una potencia y complejidad en boca inolvidable. Uno de los grandes vinos de Jerez, elegante y de gran estructura. Va fantástico con carnes de caza, setas y quesos maduros, no tiene nada que envidiarle a un corpulento Cabernet Sauvignon. Precio  aproximado: 26 €.

Nota del editor:  Desafortunadamente son pocos los Jerez que se consiguen hoy en Chile, los finos Tío Pepe de Gonzalez Byass y de la Ina son los más fáciles de conseguir, incluso están en supermercados, cerca de los $14.000.  Cruzamos dedos para que la compra este año de Viña Veramonte,  por parte de Gonzalez Byass -un grande de Jerez-  nos traiga más diversidad de sus buenos  exponentes a precios  justos por supuesto. 

(*) Diego Echegaray es un sommelier argentino radicado en España. En la actualidad reside en la ciudad de Cáceres, Extremadura, donde tiene a su cargo la bodega de Atrio,  uno de los mejores restaurantes de España. Diego trabajó en Argentina cómo sommelier en restaurantes, también como capacitador y comunicador del mundo del vino y bebidas. Cuenta con el título de Chef internacional, y Nivel 3 del WSET.