ESPECIAL WiP: QUÉ HAY DE NUEVO EN LO VIEJO

Publicado el 13 agosto 2018 Por Mariana Martinez @mymentrecopas

En este nuevo especial recorreremos la historia de antiguas  cepas que recién aparecen nombradas en los vinos de Chile. Ellas son Tamarugal, San Francisco, Grosse Merille y Chasselas.

Dos fenómenos muy concretos vemos hoy en el mundo del vino en Chile. Por un lado, a las viñas fundadas en el siglo pasado cosechando su nueva generación de viñedos siglo XXI, plantados en laderas, con mejor material vegetal (con clones y porta injertos), con riego por goteo, con mayor densidad de plantas por hectárea y pensados en las variedades correctas para cada lugar. Todo nuevo, con vinos que han dado un salto en calidad tremendo.

Por otro lado, en dirección opuesta, estamos viendo una búsqueda por conocer qué variedades existen aún en los viñedos más viejos de Chile, con ese valor diferenciador que no supimos valorar a partir de los años 80,  cuando se comenzaron a plantar las primeras cepas internacionales  Chardonnay, Sauvignon Blanc, Merlot y Cabernet Sauvignon (sobre suelos fértiles con riego por tendido). Se trata de viejos viñedos, en cabeza,  que se salvaron de ser arrancados vaya usted a saber por qué y  que en esta nueva era cuando el mundo busca identidad, pueden sumarle diferenciación y valor al vino chileno. Es algo que ya hicimos con los viejos País, Cinsault y Moscateles del Secano Interior, e incluso con los Malbec centenarios de San Rosendo; también con Romano o Cesar Noir. Pero, vamos descubriendo poco a poco, que aún queda mucho más por descubrir.

Hablamos de Grosse Mérille, cuyo primer vino fue presentado la semana pasada en  sociedad por viña Korta;  la cepa del Papa argentino, San Francisco, ya con la cosecha 2018 esperando ser embotellada. También entre ellas, las blancas Chasselas o Corinto traída por inmigrantes suizos, y la Tamarugal, la nueva vieja cepa del desierto de la región de Tarapacá.

En este nuevo Especial WiP.cl les contaremos las historias detrás de cada una y quienes están haciendo vinos con ellas; cuáles están ya en el mercado – ganando incluso medallas- y cuáles aún están por llegar.

Pero antes una pequeña aclaración, ante conceptos cada vez más utilizados pero no definidos en ninguna ley.

Qué llamamos cepas patrimoniales: son aquellas cepas o variedades con larga tradición en el Nuevo Mundo (como Chile o Argentina), ya sean  éstas traídas desde el Viejo Mundo  o producto del  cruce entre  ellas en nuevas tierras, donde no son originarias. Estos nuevos cruces (sin parangón en Europa) hijas de dos cepas Vitis viníferas europeas;  son las que llamamos hoy cepas criollas, entre ellas estaría la Torontel de Argentina. 

1.- TAMARUGAL, LA CEPA DEL DESIERTO MÁS SECO DE CHILE

2.- SAN FRANCISCO

3- GROSSE MÉRILLE O VERDOT

4.- CHASSELAS O CORITO

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