Publicación: 27 noviembre 2019

EL MOVIMIENTO QUE DESPERTÓ AL VINO CHILENO CUMPLE 10 AÑOS

Viñateros independientes ya suman 34 miembros. Lo hicieron en paz y al ritmo del rock. Conservamos con ellos sobre los retos del futuro a días de su gran celebración.

Fue hace una década atrás que se formaba el Movimiento de Viñateros Independientes MOVI. Entonces 12 enológos que tenían proyectos propios junto a sus familias se unieron para hacer fuerza y promover sus vinos hechos a escala humana. Desde entonces el grupo no ha dejado de crecer, aunque también ha tenido una que otra baja de sus filas. Su trascendencia a 10 años de su fundación, fue haber marcado el inicio de una nueva era del vino chileno, la del despertar el interés por vinos hechos por gente que ama el vino sin tener grandes espaldas empresariales detrás.
Por otro lado, era la primera vez que los mismos hacedores se acercaban a los consumidores cara a cara y presentaban sus vinos, sin intermediarios, promotoras o sommeliers. El consumidor pudo palpar esa pasión y sentirse más cercano a mundo que parecía exclusivo de elites y muy distante. A días de querer celebrar sus primeros 10 años, con sus ya tradicionales fiestas MOVI Night conversamos con algunos de ellos: dos fundadores clave, su presidente y dos mujeres al mando.

DEREK MOSSMAN, socio de Garage Wine & Co., y socio fundador de MOVI, nos recuerda que el grupo de viñateros independientes comenzó como una especie de compra colectiva. «Hace diez años los proveedores del sector no les interesaba vender corchos, botellas, cápsulas a los pequeños. Los pedidos de mil no valían la pena— ni contestaban las cotizaciones, dice Derek. Los MOVI se juntaron para convencerlos de pescar a los pequeños. Después de varias juntas salieron las ideas de David y Goliath». Derek se refiere a la historia de lucha de los pequeños productores versus las grandes viñas y que ha llenado páginas y páginas de prensa intencional desde que nacieron como agrupación. «Diez años después MOVI, agrega, es más grande y ha evolucionado. Su rol es apoyar los nuevos proyectos chicos para crecer dentro un ambiente de ayuda. Así, concluye, MOVI es un tremendo colectivo en un país de individualismo. Creo que los vinos boutique siempre han sufrido de un elitismo que ha limitado su llegada y crecimiento. Creo que MOVI ayuda a masificar el buen vino y la idea de gastar más que luca quinientos en una botella».

Derek Mossman, a la izquierda junto a productores de uva, el corazón del proyecto Garage Wine & Co.
ANDRÉS SÁNCHEZ, socio y enólogo de Viña Gillmore, en Maule, es miembro fundador de MOVI. A él le preguntamos sobre los objetivos de MOVI en sus inicios y qué ha cambiado desde entonces. «Anota estas palabras clave -nos dijo como respuesta-. Por un lado visibilidad o existencia, por otro, coraje o momentum«. Enseguida las explicaría al teléfono: Lo más importante cuando nos juntamos hace 10 años fue que hasta entonces el mundo entendía que en Chile sólo existían las viñas tradicionales. Entonces nuestro gran aporte fue mostrar que además de esas viñas, existía otro grupo, capaz de producir grandes vinos a escala humana. Esa era la bandera: el existir. Luego fue coraje, momentum, o huevos… energía, desplazamiento, inspiramos y dimos coraje para que más gente pudiera hacer lo mismo, y salir a mostrar lo que estaban haciendo. Ese momentum hizo que florecieran otras pequeñas agrupaciones en Chile, no hablo necesariamente de MOVI, de ahí salieron Slow Wines (que ya no existe), Chanchos Deslenguados, Colchagua Singular… Se me van otros. VIGNO, aclara y del cual Sánchez también es fundador, es otro tema, de territorio, no tiene nada que ver. Lo que quiero decir es que seguro en ese momento estaban pasando otras cosas, pero los primeros fuimos MOVI, y fue súper trascendente para Chile. Debería quedar registrado en un libro ese valor».
Hoy dice Sánchez a título muy personal «Hay nuevas banderas importantes que deberíamos liderar». El enólogo se refiere a llevar el vino a la mesa. «Todos los pequeños deberían enfocarse en estimular el consumo de vino local, porque al final del día es complejo llevar tus vinos a Alemania… Como país debemos tratar de ser lo que decimos que somos. Tiene que ver con la cultura de un lugar, si vas a un lugar y no ves sus vinos… El aumento de valor de los vinos chilenos tiene que pasar por menos íconos y más arraigo cultural; sobre todo los pequeños para estimular la venta local».
El vino cambió, ves también cambios en sus consumidores? «También cambió y se puede asignar -responde Sánchez- al momentum que generó MOVI, a la explosión de una nueva oferta. Al dar MOVI el coraje, produjo una explosión de diferentes tamaños de producción. No he visto nunca tantas etiquetas como hoy, muchas son nuevas, de gente que se junta para hacer un vino. Hay una primavera de nuevos vinos, aunque muchos de esos proyectos no son rentables y pienso que va a haber un tamiz. Tienen que ver si efectivamente van a seguir en el negocio. Hoy hay mucha aventura. Además ha habido un movimiento por parte de los sommeliers, nacidos de la Escuela de Sommelier de Chile, la que partió con las patas y el buche y que hoy está madura y que ha generado una camada de sommeliers que son foodies y gustan viajar. Han tenido un impacto en las cartas de vinos de los restaurantes. Antes las cartas las hacían las distribuidoras porque hacían una sola factura y el consumidor se encontraba con los mismos vinos en todos lados. Eso, relativamente cambió».
Jaime Rosello, el hombre detrás de Acróbata.
El actual presidente de MOVI es JAIME ROSELLO, dueño del proyecto Acróbata, nacido en las tierras de Viña Neyén, En Colchagua, cuando esta bodega enfocada en tintos era propiedad de su suegro. Rosello es miembro de MOVI desde el año 2013 y miembro de su directorio desde 2014. «Cuando partí mi proyecto Acróbata, nos cuenta, sabía bien que necesitaba un alero para difusión. Así fue. De inmediato el vino se hizo conocido, obtuve interés de la prensa en Chile y afuera, pude acceder a ser ranqueado por todos. Eso siendo independiente y solitario es muy difícil».
Cuando le preguntamos qué ha cambiado desde sus primeros años en MOVI, Rosello dice que mucho. «Hoy la gente se atreve más a probar vinos desconocidos, valoran los proyectos a escala humana, buscan cosas nuevas. Las ferias se han puesto todas al estilo que propuso MOVI hace 10 años. Ya no son formales ni de traje.
Sentimos que hay un antes y un después de MOVI en la historia del vino en Chile. Antes no existían los pequeños productores como tenemos hoy, cosa que en Europa ha sido siempre. Ayudamos a rescatar el vino de lo tradicional a lo vanguardista», dice.
Si miramos el convulsionado presente, dice Rosello: «Hoy es una etapa difícil para ser Presidente. La contingencia nacional nos hace discutir internamente el cómo manejarnos, no podemos dar opiniones políticas ya que no nos corresponde; pondríamos en riesgo toda nuestra unión. Además, este mes de protestas nos tiene muy afectados con pocas ventas en los restaurantes en Chile. Pero es coyuntura, el objetivo hoy es mantener el rumbo en difusión, seguir con propuestas innovadoras, trabajar de la mano con las otras Asociaciones».
Rosello destaca que MOVI partió siendo un grupo pequeño entre amigos; ha crecido y que hoy debe tener más cuidado en las decisiones, ya que son bastante diversos y obvio, agrega, que con formas de pensar distintas. «Eso es bueno ya que nos abre la mente, además, ya no somos los jóvenes con propuestas diferentes, agrega Rosello. Hoy todas las viñas han girado hacia este rumbo, eso es bueno ya que nos dice que estuvimos muy bien en partir. Lo básico ahora es mantener la unión y cooperación de los socios. Es por eso que hemos sido exitosos, hay mucho trabajo detrás, muchas horas de cabeza y entrega desinteresada. Eso es lo que más debo de cuidar, nuestra unión y convicción».
Los cambios también han sido de pantalones. MOVI, cuenta Rosello, también ha evolucionado en cuanto a su estructura. «Hoy tenemos oficina, show room, club de vinos, ventas por Internet, etc., pero la bandera que siempre nos guía es la de que es una Asociación Gremial con la difusión como objetivo. ProChile, agrega, en este orden de ideas, es siempre un pilar para nosotros como Asociación Gremial y para cada viña. Nos ayudan en viajes al exterior para así poder aumentar nuestras exportaciones. Además, postulamos a distintos fondos de la Corfo, que los últimos 3 años han sido fundamentales para el crecimiento. A la vez, explica, los socios ponemos una cuota pequeña cada mes».
¿Cuál es el mayor reto del vino chileno hoy? le preguntamos a Rosello «Al vino en Chile se le debe de considerar como un alimento, algo bueno para la salud. Lo negativo son los abusos y los excesos. Se debe terminar con los impuestos desmedidos y específicos, y a la vez promoverlo con orgullo, educar a nuestros niños desde siempre. Es decir, creernos que manejamos un producto bueno y saludable».
Marcos Attilio y Angela Mochi, la pareja de socios detrás de Attilio & Mochi.
ANGELA MOCHI, socia del proyecto Attilio & Mochi en Casablanca, se unió a MOVI el año 2012, justo cuando comenzaron a presentar sus primeros vinos cosecha 2011. Lo que los motivó a ser parte de la agrupación, nos cuenta, fue que antes de llegar a Chile, en Brasil donde eran importadores de vinos del mundo, percibían ya esa falta de diversidad que había en el vino chileno. «Cuando vas a Europa es tremenda la diversidad, igual que en Argentina, dice Angela. En MOVI, entonces, vimos la posibilidad de aportar a esa diversidad, ya fuera por orígenes, uvas, elaboración… de gente pensante. También, como somos emprendedores, la idea era que pudiéramos ser parte de este ecosistema que antes casi no existía; tener una voz, lo que aún siendo muy pequeños eso era importante. Y obviamente compartimos la filosofía de que juntos somos más fuertes».
«Sí hemos logrado lo que queríamos o ganamos algo más, debo decir que ¡totalmente! responde Angela. «No es ni para pensarlo, nos conocimos nosotras dos en una fiesta MOVI, si no fuera por su plataforma de eventos sería mas difícil conocer también a otros personajes que son importantes en el ámbito del vino; además está la promoción, la oportunidad de conversar, de tener esa voz. En MOVI a su vez nos ayudamos mutuamente… Por ejemplo, en Brasil el año pasado presentamos nuestros vinos e hicimos una MOVI Night; eramos 20 los socios que fuimos y prestamos los vino de todos. Allá logramos vender entradas, como 200 en Sao Paulo, a $30.000 c/u, lo que fue un logro tremendo para un grupo chico. Eso sobrepasa todo lo que hemos imaginado en un principio. Este año fuimos a Colombia, México, Perú, Costa Rica… yo no fui personalmente pero sí los vinos de Attilio & Mochi. La semana pasada acá presenté los vinos de MOVI a los 31 Master of Wine que vinieron a Chile, fue una tremenda oportunidad que tuvimos como grupo. Obviamente son logros grandes. Además, creo que hemos ayudado a MOVI y a sus socios a posicionarse, y creo que es recíproco; ellos nos ayudaron mucho: compartiendo conocimiento, importadores, compartimos esos datos, y es un gran logro como agrupación. Ademas tenemos una tienda MOVI LaTienda, algo que no hubiéramos pensado en un principio, y además hemos ganado muchos amigos. Cuando uno empieza a juntar todo, es bastante».
¿Qué sigue uniendo al grupo hoy y que los puede separar? Tenemos un objetivo común, todos queremos más diversidad en el vino chileno, dice Angela. Que nuestras empresa sean sustentables. Queremos ayudar a posicionar Chile en un escalón de grandes vinos, sino de productor de grandes vinos. También está la generosidad entre nosotros, que te comentaba antes, creo que tenemos una energía que no es están común. Tenemos alas que nos hace volar por un objetivo común… Nos desune que tenemos diferentes puntos de vista, somos 34, es imposible que todos pensemos igual, y por suerte que no lo hacemos. ¡Valoramos la diversidad! Pero hay cosas del día a día, por ejemplo tenemos una presentación de vinos para algún critico importante, y hoy ya es difícil poner sólo un vino de cada uno, y no siempre podemos ponerlos todos, entonces ahí siempre hay discusiones, de por qué mi vino no se incluyó… Después hay cosas más profundas, como qué tan grandes queremos ser; si queremos más socios, ya que todos pagamos cuotas, si tenemos más socios podríamos juntar más plata para hacer más cosas; pero también sí somos muchos nos va a generar más separaciones… Para mi personalmente me importa más la calidad de las personas, no el tamaño y que entiendan el espíritu de la generosidad de compartir y la visión común… Además los miembros de MOVI tienen visiones políticas distintas y estos días no han sido fáciles».
Pensando en el futuro, dice Angela, me gusta volver a lo que era MOVI cuando partimos; ver el nivel de avances es gigantesco y recién cumplimos 10 años. De verdad es mucho lo que hemos logrado. Nos veo creciendo de manera sostenida, marcando más presencia, en el mundo del vino, ya sea con sus vinos hechos a escala humana, diferentes, también con la actitud de sus socios, que creo que somos bastantes personajes; nos gusta opinar y eso está bien, ojalá que siga siendo así… Creo que Chile tiene mucho que avanzar, veo a Chile como un país importante en el vino y veo a MOVI siendo un engranaje grande para que se mueva más rápido, con alas.
Loreto Arteaga junto a su padre y hermano, la familia detrás de Nerkihue Wines en Colchagua.

LORETO ARTEAGA y su familia son dueños de Viña Nerkihue, en Colchagua, y miembros de MOVI desde el año 2017. Loreto, en particular, es parte del directorio desde 2018. «Yo no soy enóloga, nos cuenta, entonces como no conozco a mucha gente del rubro del vino, y cuando empezamos a comercializar nuestros vinos el año 2016 participando en ferias, siempre veíamos a estos MOVI con sus poleras negras; todos amigos entre sí y nos llamaron la atención desde un principio. A fines de ese año conocimos a Alvin Miranda de BoWines y conversando con él nos propuso entrar a MOVI, ya que veía que nuestra visión respecto al vino que producíamos calzaba con el espíritu del grupo. Él junto a uno de sus socios nos apadrinaron y nos fueron empapando de ese espíritu de asociatividad y generosidad que a mi parecer es lo más importante. Nos motivaba muchísimo el ser parte de algo más grande, el poder aportar con nuestro granito de arena a mejorar la imagen del vino chileno tanto en nuestro país como en el extranjero».

«Cuando uno es parte de MOVI, nos dice Loreto, trabaja por la difusión de la marca completa, no por la tuya propia. Todos entendemos que si crece MOVI, todos nos beneficiamos; es súper bonito ver el espíritu de colaboración que hay entre nosotros. En las misiones en otros países, uno muestra vinos de otros proyectos como si fueran propios. A mí me han llegado a preguntar si mi vino es otro, por el empeño que le he puesto en presentarlo».
Con tan poco ambiente de fiesta por estos días, le preguntamos a Loreto, qué quieren celebrar este viernes. «La MOVI Night de este viernes busca celebrar lo mismo que venimos celebrando desde siempre: la cercanía que tenemos como productores con nuestros clientes, compartir cara a cara nuestros vinos, generar conversaciones en torno al vino. Para nosotros no hay mejor sensación que ese intercambio, conocer gente que ama el vino tanto o más que nosotros y que le gusta lo que hacemos. Por otro lado, agrega, el llamado es a apoyar a las pymes. En MOVI somos todos productores a escala humana y necesitamos vender; vemos con mucho entusiasmo como el foco en estas últimas semanas se ha ido poniendo en apoyar al amigo emprendedor, en comprar local; en MOVI somos todo eso y esperamos que no sea una moda pasajera, si no que se instale en la mentalidad de los chilenos que comprar a emprendimientos locales es una de las mejores formas de apoyar comercio justo.
Recuerden que MOVI Night Número 7, celebración de los 10 años de MOVI, es este viernes 29 de noviembre en BordeRío. Podrán degustar las más de 120 etiquetas de los 34 socios a un valor único de $28.000 p/p. Además, habrá música en vivo y mucha entretención.
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Un comentario

  1. Gustavo Sepúlveda dijo:

    Hermosa nota, Mariana! Un abrazo gigante a cada uno de los miembros de MOVI. Tengo la suerte de conocer a muchos y me alegro mucho del crecimiento que han tenido. No olvidar nunca la importancia de que juntos son más que la suma de la suma de las partes y que el espíritu que los fundó, no se pierda y sigan apoyándose y siendo solidarios

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