6.4 % menos que el ya bajo 2016, alcanzó la producción de vinos con la cosecha 2017 según informe SAG recién publicado. Tarapacá y Araucanía aparecen por 1era vez en el informe.

El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) acaba de entregar el  Informe Ejecutivo de  Producción de Vinos  2017, a partir de información entregada por  productores mediante declaraciones  juradas electrónicas  hasta el 31 de mayo del año en curso. Información completa y  oportuna, dice la misma publicación,  tiene el fin de enfrentar en forma consistente la implementación de políticas adecuadas al desarrollo del sector, controlar la zonificacion vitícola y Denominaciones de Origen de vinos.

LAS CIFRAS SEGÚN CLASIFICACIÓN DECRETO 464

La producción de vinos 2017 alcanzó a 9.492.058  de heclitros, lo que es  inferior en 6,4%  con respecto al año 2016,  cuando la producción nacional fue de 10.143.620 hectolitros.

De ese total, detalle el informe, 805.061.414 litros corresponden a vinos con Denominación de Origen, lo que   equivale al 84,8% del total declarado. De este total, cabe destacar que el  67,3% corresponde a vinos provenientes de cepajes tintos y el 32,7% a vinos de cepajes  blancos. La baja con respecto al año anterior fue de -5,6%

 110.329.802 litros corresponden a  vinos Sin Denominación de Origen, cantidad que  incluye a los vinos corrientes de cepas viníferos que no especifican variedad. Equivalen al 11,6% del total declarado. La baja con respecto al año anterior fue de 9.4%

33.814.585  litros son vinos provenientes de Uvas de Mesa, equivalentes al 3,6% del total declarado. La baja con respecto al año anterior fue de 15.7%.

La producción de vino para Pisco aumentó 11,6% respecto al año 2016.

POR REGIONES ADMINISTRATIVAS

Las mayores producciones de vinos se localizan en las regiones del Maule, Libertador Bernardo O’Higgins y Metropolitana respectivamente, totalizando el 93,1 % del total, concentrando en la Región del Maule  el 45,4% de la totalidad de vino producido en el país.

Destacan las Regiones de Tarapacá (1.616 litros Sin DO) y Araucanía (3.540 litros con DO), las cuales, destaca el informe, comienzan a manifestar por primera vez su expresión vitivinícola durante la vendimia 2017.

VARIACIONES POR CEPAS CON DO

El Cabernet Sauvignon alcanza el 28,4% de la producción total de vinos con DO (con más de 40.000 hts plantadas al 2015) 

Seguido de Sauvignon Blanc con un 15,3% (con 15.172 hts plantadas al 2015

 Merlot con el 13,3% (con 12.242 hts plantadas al 2015)

Chardonnay con un 9,2%

Otros el 8.2% (cuanto nos gustaría saber este detalle)

Syrah con un 7,9 %

Carmenère con un 6,7% (con 10.000 hts plantadas al 2015)

Pedro Jímenez 3.2%

País representa el 2.5%  (con 12.000 hts plantadas al 2015)

Pinot Noir 2.9% (con 4.148 hts plantadas al 2015)

Malbec 2.3 %

LAS CEPAS QUE MÁS BAJARON PRODUCCIÓN

Se observa que en los cepajes tintos, la variedad que tuvo la mayor baja  en producción respecto a la cosecha 2016, fue el Cabernet Sauvignon con  un 17,5%, seguido del País con un 15%, Carmenère con un 12%, y Pinot Noir con un 9%.

En los cepajes blancos las principales bajas de producción se presentaron en Chardonnay con un 9,3% y Moscatel de Alejandría con un 2,7%.

PRODUCCIÓN TOTAL DE VINOS (VARIACIÓN 1997-2017) 

El año 1997 los vinos con DO sumaron 2.489.287 hectolitros; 1.330.057 los vinos Sin DO  y 490.905 los vinos de Uva de mesa

El año 2007 los vinos con DO sumaron 7.038.874 hectolitros;  los vinos Sin DO 879.062 litros, y  los vinos de Uva de mesa 359.524

El año 2017 los vinos con DO sumaron 8.050.614 hectolitros; los vinos Sin DO 1.103.298 litros, y  los vinos de Uva de mesa 338.145

Importante resulta especialmente destacar que ya el año 2016 la producción había sido mucho menor (de -21%) que el abundante año 2015, año en que hubo un 30% más de producción con respecto al año 2014. Lo que representa para el 2015,  una subida de al menos 8% con respecto a años normales, cuando La producción se acerca a los 12.500 millones de hectolitros.

NUESTRAS CONCLUSIONES

La tendencia, al menos en cifras, muestra que los vinos con DO han tenido el crecimientos más alto durante los últimos 20 años, mientras los vinos de Uva de Mesa muestran la dirección contraria. Tendencia que esperamos continué, tanto en vinos con DO como de Uva de Mesa, hasta que las segundas  desaparezcan, sueño que nos dicen es imposible, y las primeras (vinos con DO)  logren pagar a pagar el precio justo (lo que también parece ser aun más, desafortunadamente,  imposible).

La definición Sin DO, la cual sigue creciendo,  por su parte solo nos genera signos de interrogación: de qué cepas se hacen, de  País al parecer, pero también de Cabernet y Carmenère como muestran las cifras;  por qué se hacen, a quién benefician (consumidor, productor, viñas que embotellan),  y a qué categoría se suman por precio según Nielsen, es decir serán masivos,  corrientes, finos, o todos los anteriores.

No podemos dejar de mencionar lo extraña que parece  la cifra final (apenas un 6.4 menos de producción de vino para el año 2017), ya que no muestra la real baja con respecto a un año normal, si la comparamos con 2013 o 2012. Pues según lo conversado con enólogos chilenos, debido a problemas de floración, cuaja, y finalmente muy altas temperaturas, con las cepas acá mencionadas como las más afectadas, se llegó hasta un 40% menos de producción, con respecto a lo normal. Sabemos, claro, que esta situación no es generalizada y que el norte aportó también lo suyo, al igual que la Araucanía (aunque sus cifras aún no son irrelevantes), pero seguramente la cifra debería llegar a dos cifras en comparación con un año normal.

Por otro lado, es relevante que solo la zona más afectada, como es la central (entre RM, O’Higgins y Maule),  sume más de 883 millones de litros de los 949.205.801 registrados el  año 2017, y que sus bajas en producción no se hayan visto reflejadas de mayor manera. La Región Metropolitana mostró una baja cercana a  5 millones de litros; Bernardo O’Higgins una baja  de 7 millones de litros y Maule, sin duda la más afectada, aunque también la más grande, sufrió una baja cercana a 35 millones de litros.

Cómo saber si son ciertas las cifras, uno podría preguntarse cuando el mismo informe dice que se hace en base a la información aportada «bajo juramento» por los mismos productores. Como nos gustaría poder tener la certeza, pero no la tenemos; para ello ya lo ha dicho la Fiscalía Nacional de la República es necesaria más fiscalización, nosotros agregamos,  en todos los ámbitos, desde la parra hasta la góndola del supermercado.

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