De la mano de los productores de la Red del Vino de Colchagua y de la Viña Casa Silva, llegan al mercado nuestros elegidos para acompañar pescados y mariscos este fin de semana santo.

Este finde recién pasado, estuvimos en dos fiestas de la Vendimia, ambas se celebraban por primera vez. La primera el sábado 13 de abril, fue en Chépica, Valle de Colchagua; la segunda el domingo 14, en Barrio Italia, Santiago. Ambas, con estilos muy diferentes de organización y viñas participantes, nos dejaron lindos recuerdos y el cariño por dos vinos blancos igualmente diversos. Ellos son nuestros elegidos para acompañar los pescados y mariscos en esta Semana Santa.

EL CHARDONNAY CAMPESINO

En la recién modelada plaza de Chépica, el vino blanco que más llamó nuestra atención entre todos los exponentes de la fiesta, fue el Chardonnay Campesino  2018. Un vino que hacen en pocas cantidades entre todos los integrantes de la Red del Vino, empresa que si bien no es cooperativa, porque no comparten bodega para vinificar, sí buscan apoyarse para vender sus uvas bajo el paraguas del fair trade o precio justo. Además de apoyarse para generar instancias que les permitan como productores de uva que son, tener una vida digna en el campo.

Además de este Chardonnay, hay un Campesino rico Carmenère y un pretencioso Campesino Cabernet Sauvignon Reserva ($7.000). De los tres, es el Chardonnay el que nos enamoró, por lo simple y fresco, y por su precio justo ($5.000), justo debido a su producción en pequeña escala. En él están los aromas y sabores a papayas y durazno en almíbar, junto a una sensación jugosa y liviana.

Sin paso alguno por madera, Campesino Chardonnay 2018 es un vino blanco ideal como aperitivo, y junto a pescados y mariscos en caldillos o a la parrilla. También junto a ensaladas frescas, con cubitos de pavo o pollo. ¿Dónde encontrarlo? La Red del Vino tiene su propia casa en Santa Cruz, donde además tienen tienda de vinos y un hostal, que nos cuentan, es muy acogedor, además de tener precios convenientes. Allí también organizan visitas a sus viñedos y bodegas, pues algunos de los socios de La Red del Vino de Colchagua ya están embotellando sus uvas bajo sus propias marcas, como Guairabo, de la cual por cierto como agrupación son socios en un 10%, y Viña La Pascuala. A todos ellos, La Red busca apoyarlos para poder  exportar con mejores precios. Rico vino y además con responsabilidad social empresarial.

EL SAUVIGNON GRIS CASA SILVA VIGNES 1912, COLCHAGUA

Y aunque no fuimos a descubrir vinos nuevos a la Vendimia Fest (como sí lo hicimos en Chépica) sino a celebrar el vino como cualquier consumidor, dimos con una etiqueta que nos llamó mucho la atención. Se trata de una cepa blanca, la Sauvignon Gris, que por años ha tenido en su portafolio la Viña Casa Silva, pero que hasta ahora  nunca nos había encantado demasiado. Esa vez en medio de la multitud brilló solita. De seguro, no está su mayor atractivo en sus aromas, que recuerdan a piña fresca y durazno blanquillo. Su  gran atractivo es su boca. Hay en su paso por el  paladar un cuerpo voluptuoso que deja una sensación suave y a la vez fresca, gracias a su rica acidez. Un vino blanco que abre el apetito y que será aperitivo ideal si es que la ocasión reúne a pocos y éstos son muy queridos. Pues su precio, y más para un blanco que no ha tenido madera en su vinificación, no habla de regalo, sino todo lo contrario.

La justificación de su precio ($11.990) no está justamente en la madera que usaron para guardarlo, sino en la edad de los viejos viñedos que le dieron vida a sus uvas. Nada más y nada menos que del año 1912 la zona de Angostura, y eso en Colchagua. Donde lo moderno tendió a llevarse a lo viejo, esta fecha de plantación, es mucho. ¿Lo viejo es caro? En viñedos donde su uva es sabrosa, debería, porque quiere decir que lo viejo produce poca cantidad, y así los costos suben. Por eso este es un vino hecho en pocas cantidades de botellas, además, es para gozar entre gente que apreciamos mucho o que aprecian el vino, y sobre todo la compañía de éstos con pescados y mariscos.

Aunque hay quienes no gustan que hablemos de vinos gastronómicos, este sin duda lo es, porque acompañará un sin número de preparaciones, ya sean ácidas y frescas, cálidas o cremosas o crocantes. Además es un vino que gustará a todos por igual. Por que tiene todo en su lugar, y en su justa medida.

En la tienda de la Viña está a la venta por $10.500, por lo que la invitación es ir visitarlos, justo para Semana Santa cuando sus puertas estarán abiertas. Ver todos los detalles en nuestra #AgendaWiP.