¿Cómo piensan los Millenials? La enóloga de 32 años, elegida por revista El Sábado entre sus cien Jóvenes Líderes 2017, puede darnos algunas claves. WiP conversó con ella antes de que termine el año.

Como dice el mismo reportaje de revista El Sábado de El Mercurio, fueron más de seis meses de trabajo para dar con los 100 jóvenes chilenos que están impactando en su entorno por una idea en común: un Chile Mejor. Entre ellos hay ecologistas, educadores, astrónomos, matemáticos y físicos, actores, artistas, documentalistas, cineastas, deportistas, cocineros por supuesto (la primera estrella Michelin para Chile, Arelis Uribe, y Benjamin Nast, mejor chef emergente, del restaurante El Patio),  y una sommelier, radicada en Canadá,  de la que nunca  antes habían escuchado hablar y  que desafortunadamente intentamos ubicar sin éxito. También hubo cerveceros, los hermanos Carcuro, con su genial proyecto Atrapaniebla en la Limarí. Y sí, un joven, uno solo, dedicado a hacer vinos,  que es mujer , Emily Faulconer,  y que como todos los demás, menores de 35 años, es Millenial (quiere decir que llegó a la edad adulta antes del año 2.000).

Conversamos con Emily, actual enóloga de Viña Carmen, ex de Arboleda, Viñedos Alcohuaz, Maquis y Viu Manent. Nacida en los Ángeles, no el de USA, sino el del Sur de Chile, y graduada de enología de la Pontifica Universidad Católica de Chile.

¿Emily, por qué decides estudiar enología?

No tengo una razón muy profunda para haber decidido estudiar enología, siendo del Sur no estaba en un entorno vitivinícola. Tenía que decidir qué estudiar y con 17 años, pensé que hacer vino sería una forma muy buena para ganarse la vida.

¿Cuéntame un poco de tu carrera antes de llegar a Viñedos Alcohuaz,  quién, dónde, fue tu mayor influencia? 

Después de haber salido de la universidad, hice vendimias durante dos años en distintos lugares (Chile, USA, NZ, Francia). Mi primer trabajo estable fue en Viña Maquis, donde estuve casi 3 años. Este lugar me marcó mucho, es una viña con mucha identidad de lugar y un estilo definido. He tenido la suerte de trabajar con enólogos a los que respeto mucho y de los cuáles he aprendido mucho.

¿Qué has aprendido de las generaciones de chilenos, anteriores a la tuya, haciendo vinos?

Pienso que las generaciones anteriores a la mía han abierto muchas puertas al universo vitivinícola chileno. Han hecho un gran trabajo al mostrar la diversidad que existe en Chile. Se han rescatado antiguas zonas vitivinícolas y cepas, se ha empezado a producir en zonas extremas (como el Desierto de Atacama, vinos de altura, zonas Australes, etc) y en muchos casos se ha visto un sello de las personas en los vinos.

¿Qué ves en el vino chileno que no te gusta?

La estandarización, hablamos mucho de variedades y poco de lugares y gente.

¿Qué ves que sí te gusta?

Me gusta ver que cada día hay más productores se están alejando de esta estandarización y trabajan hacia la especialización.

¿Qué ves en las nuevas generaciones ?

Veo una nueva generación bastante inquieta. Que quiere avanzar mucho en poco tiempo. Esto lo veo con pros y contra. Lo bueno, es que demuestra interés por el producto, lo negativo es que esa ansiedad hace que nos saltemos etapas. La experiencia es clave en este rubro…

¿Cómo atraer a nuevos consumidores?

Bajándole la mirada sofisticada al vino y darle una más cotidiana. El vino tiene que ser parte del día a día.

¿Quién crees que es un joven (hombre o  mujer)  líder en la enología hoy y por qué? 

Creo que Roberto Henríquez lidera una parte del mundo del vino chileno actual. Un productor que está haciendo algo con coherencia y consistencia. Eso no es fácil y me hace admirarlo mucho.

¿Crees que te suma alguna responsabilidad este reconocimiento como Jóven Líder 2017 y que hayas sido, dentro del mundo de la enología, la única  y mujer?

No creo que el reconocimiento me sume responsabilidad. Si me suma motivación, es un empuje a seguir tratando de hacer las cosas bien y ser un aporte para Chile.