UN DUO BIODINÁMICO

Publicado el 04 mayo 2018 Por Mariana Martínez @mymentrecopas

La familia Undurraga celebró la certificación biodinámica de sus dos nuevos vinos Cerro Basalto. Aquí se los presentamos como nuestros elegidos de la semana.

La semana pasada saturamos las redes sociales con imágenes en pleno otoño del nuevo viñedo de los Undurraga en la próxima D.O. Los Lingues (Colchagua Andes); un viñedo fabuloso, con vista al valle, en compañía de aves y conejos;  también caballos y ovejas que suben al Cerro Basalto a pastar desde sus dormitorios cada mañana.

En la filosofía biodinámica los ciclos de la vida son de siete años, y siete son los años que acaba de cumplir la familia Undurraga al mando de este nuevo proyecto vitivinícola llamado Viña Koyle, que comenzaron desde cero; dejando atrás Talagante, en Maipo, para reinstalarse a los pies de la Cordillera de los Andes.

Fue en este nuevo campo, que ya cumple siete años, donde los Undurraga (ex dueños de Viña Undurraga) decidieron dar a conocer la semana pasada, los dos vinos que forman la nueva línea Koyle Cerro Basalto ($29.000), un nombre que suena a roca (a roca ígnea), y que es en honor a la roca  fundamental que forma el lugar de donde provienen. Dos  grandes vinos tintos, que mostrarán la certificación Demeter desde sus cosechas 2015.

Por eso también estaba la semana pasada en los pies del Cerro Basalto el famoso asesor biodinámico,  René Piamonte, quien  los ha acompañado en la formación del viñedo desde el  inicio. Y por eso, Piamonte destacó que después de siete años de trabajo, aprendiendo de las plantas y del lugar, es al fin tiempo de ver el viñedo crecer más sano y fuerte, porque después de siete años; ahora, dijo, viene el tiempo de la abundancia.

A los pies del Cerro Basalto,  Piamonte también habló de los principios de la biodinámica, del por qué todo el campo o toda la finca debe ser considerada como un ser vivo en sí mismo, en el cual todos sus elementos interactúan, la parras con su suelo, también con su flora y su fauna. También habló de los ciclos de la luna que rigen los trabajos en viñedos y bodega, y que esa noche estaba ya luminosa, a tan solo dos días de estar llena. Y entonces invitó a los presentes  a llenar los cuernos de vaca con estiercol. 2.500 cuernos en total serían enterrados durante los próximos días en el campo. Hasta ahí me llegó el amor por la biodinámica debo decir, aunque ofrecieron guantes. Pero hay que reconocerlo, quien está entrenado a catar  vinos todo el día, también huele otras cosas. Así es que vamos directamente, sin pasar por los cuernos, a los vinos.

Cristóbal Undurraga, quinta generación de la familia de viñateros, es el enólogo del proyecto desde su primer día y quien ha ido ajustando su mano al campo. El mismo dice por ejemplo, que ya no se hacen raleos (algo que hubiera pensado imposible hace 10 años en busca de calidad), pero que se debe a los bajos rendimientos naturales de las plantas, al dejar de usar nitrógeno como fertilizante. «La biodinámica, dice, te exige entender, y para entender hay que estar en el lugar».

También Cristóbal (El Toti) ha ido cambiando la forma de hacer los vinos, pues cada vez tienen menos madera. Y para demostrar los cambios  mostró sendas verticales de los Cerro Basalto:  de la mezcla mediterránea de Monastrell, Garnacha, Cariñena y Syrah, con mas cosechas a cuestas; y Cuartel G2, mezcla de Carmenère y Cabernet Franc.

Viña Koyle Cerro Basalto Mezcla Mediterránea

De la Mezcla Mediterránea Basalto aprendimos que su primera versión 2013, de un año más cálido, como el 2015, tuvo muy poco Syrah. Mientras la versión de la cosecha 2014 (más fresca y con rendimientos más bajos naturalmente) comenzó a tener más  porcentajes de Syrah lo que le aportó más grasa  en boca a sus vinos. Entre ellos, es la versión 2015 la que tiene menos madera, pues en lugar de guarda en barricas de 225 litros como 2013 y 2014,  tiene guarda en  barricas de 400 (la cepas Mourvedre y Syrah),  en fudres de 800  litros (la Cariñena) y en huevos de cemento (la Garnacha); de allí en parte, que se siente más equilibrado en la suma de sus partes, y a la vez más fresco. Efectivamente, es nuestro favorito del trío.

De la mezcla Cerro Basalto Cuartel G2, más clásica de Burdeos, por sus componentes Carmenère y Cabernet Franc, probamos las versiones 2015 y 2016 (el Basalto mediterráneo 2016 no nos lo quisieron mostrar, pero va, y seguro será tan elegante como el G2, pues como pronosticó Toti, ésta es hasta ahora la mejor vendimia de Koyle). Las dos versiones fueron guardas en barricas de 225 litros por 18 meses.

Para los que saben que 2016 fue una cosecha  complicada, por las lluvias de abril, especialmente para cepas tintas tardías, como la Carmenère, Toti manda a decir que cosecharon en marzo (eso es dos meses casi antes de lo normal) y sin problemas de verdor. Y es verdad, al menos la degustación del  2016 eso nos demuestra. A diferencia del 2015, la que no pasaría desapercibida como lo que es, mayoritariamente, Carmenère, en una degustación  a ciegas por sus marcadas notas de pimentón verde y rojo. El porcentaje de Cabernet Franc en tanto, lo diría su enólogo, le aportará en boca la tensión.

Cuartel G2 2016 tiene la suavidad en boca del 2015, pero llevada a un máximo de elegancia, sin el pimiento verde, y con notas más minerales, además de un final muy fresco; con muy rica acidez, algo raro sí para un Carmenère. No por ello, deja de ser este G2 2016 el vino espaciado de la dupla Cerro Basalto.

Viña Koyle Cerro Basalto Cuartel G2

En resumen, si es que se han perdido entre cosechas y detalles: paciencia para esperar el Cuartel G2 2016, y mientras sale al mercado, a beber Cerro Basalto Mediterráneo 2015, una delicia que además como toda la cosecha 2015 luce por primera vez la certificación biodinámica Demeter. Para más bajos presupuestos, como no, imperdibles de Viña Koyle  ya son su Koyle Royale Carmenère, Koyle Costa Sauvignon Blanc, y sus Koyle Don Cande Muscat y Don Cande Rosé del Itata, a la venta  en www.lavinoteca.cl

 

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3 comentarios

  1. Excelente reportaje querida, muchas gracias!

  2. […] mucho menos recién llegados al vino  (tampoco lo es Anakena) pero el nuevo proyecto de la familia Undurraga, si fue un gran aporte a la feria. Primero,  con dos vinos que no hay que dejar pasar del pequeño […]

  3. […] la segunda para sus Koyle Royal y la Tercera, con más roca basáltica, para los vinos de su línea Basalto. De sectores especiales en esta tercera terzana (que suman apenas 1.6 hectáreas) ha venido desde […]

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