Todo comenzó el año pasado como un experimento piloto de INDAP e INIA. La idea fue de Pedro Izquierdo, un asesor vitivinícola chileno que estuvo dando unas vuelta por el extranjero varios años y volvió con aires de cambios,  más despeinado. El plan del llamado proyecto Lomas Campesinas era asociar pequeños productores de las llamadas zonas de rezago del Secano Interior (de Maule a Biobío) junto con bodegas hechas y derechas de la zona Central que tuvieran interés en experimentar y vinificar sus uvas. El reto que les plantearon entonces fue hacer el mejor vino posible con estas uvas hasta ahora desconocidas. Para luego seguir comprándolas y hacer sus propios vinos con la marca de la viña.

El proyecto piloto fue un éxito, fueron tres vinos bajo la misma marca, si mal no recuerdo que se hicieron de la cosecha 2015: un delicioso Moscatel seco, un livianito rosado de Cinsault y un tinto muy jugoso de País. El pequeño problema fue que no los pudieron vender y el proyecto quedó ahí, un lindo sueño, en carpeta. Espero de verdad que alguien se los haya tomado porque estaban realmente buenos. De hecho, el País que hizo la enóloga de la Cooperativa de Loncomilla ha sido el mejor que he probado ever. Jugoso, liviano y suave en boca como ningún otro. Recuerdo que entonces le pregunté como lo había hecho, y por qué no podía hacer algo igual en su bodega. Me dijo que había sido demasiado trabajo, imposible hacerlo con el resto del volumen de uva que recibe . Sus palabras se las repetí confundida a Rafael Urrejola, enólogo de TH quien  al escucharlas me dijo algo así: ahí está la explicación que necesitaba para justificar por qué cobrar tan caro por mi  TH mezcla con País; eso es, es demasiado trabajo para poder lograr calidad.

La realidad es que Chile parece ser el mayor productor de País del mundo, y las cifras recién publicadas del Catastro 2015 del SAG así lo confirman. Sumamos más de 12.000 hectáreas concentradas sí, en zonas  de rezago (las más pobres de nuestro territorio). Y algo bueno hay que hacer con ellas pronto.

Este año, ya enmendado el error de la venta del año pasado, INDAP e INAPI junto a Pedro Izquierdo y el equipo de entes gubernamentales regionales repitieron la hazaña sumando aún más  duplas productores y bodegas. El resultado son 8 vinos bien diversos y lo mejor, a precios geniales (entre los $6.000 y $8.000), y que están siendo distribuidos por Reinero Wines, también ya están a la venta en www.bbvinos.com y La Vinocracia.  De hecho, en La Vinocracia, atentos, son los vinos del mes para suscriptores WiP,  así es que no dejen de ir a por ellos y su cariñito.

Antes de presentar los vinos, un par de anécdotas. El productor de la uva del rosado de Cinsault y quien la vinificó, se conocieron el día del lanzamiento del proyecto en La Vinocracia. El primero estaba feliz con el vino, el segundo feliz de conocer quién era dueño de la uva con la que el año que viene sueña con hacer un espumante. La mayoría de los productores, vale destacar, nunca habían probado un vino hecho con sus  propias uvas. Siempre los han vendido a precios muy bajos  a terceros.  Sin embargo no todos estaban tan felices con el vino que resultó. Un par dijo que los preferían más dulcesitos, como se toman en el Secano. Uno de los pocos que sí acostumbra  vinificar País, dijo que el suyo le quedaba mucho mejor.

En la tarde de aquel mismo día, un reconocido enólogo de una viña mediana aún se arrepentía por no haber insistido más en la pega para que le dejaran ser parte del proyecto. Estamos seguros de que hubiera sido un gran aporte, le dijimos, pero también lo intentamos dejar tranquilo diciéndole que su bodega ya compraba uva a pequeños y que estaban demostrando que se podían hacer buenos vinos con ellas. Lo que es a fin de cuentas el gran objetivo del proyecto Lomas Campesinas. No me quedó tan claro sí, si es que acaso estaba su bodega pagando el precio justo, sin el financiamiento del INDAP, ya que en este proyecto es el Gobierno el que se pone con la otra la mitad del buen precio convenido a pagar.

VAMOS X LOS 8 LOMAS CAMPESINAS 2016

Moscatel 2016.  Florida – BíoBío, Valle del Itata. Viñedo: Moscatel con 22 años, vigoroso, plantado en alta densidad y en cabeza baja. Suelos de lomajes costeros con granito rojo. Productora: Oldinia San Martín. Enólogo: Alejandro Sánchez de Viña Casas Patronales.  Vinificación: Fermentado y guardado en acero inoxidable, no tuvo fermentación maloláctica. Notas de Cata: Color amarillo-verdoso pálido con aromas intensos, florales y a manzanas verdes. En la boca es un vino liviano, muy jugoso y fácil de beber. Ideal para partir cualquier encuentro, servido bien fresco (por debajo delos 9°C) en estos días de calor.

Cinsault Rosado 2016. Guarilihue, Valle del Itata. Viñedo: Cinsault de 20 años, plantado en alta densidad y en cabeza baja. Suelos de loma costera, granítica y arcillosa. Productor: Eugenio Uribe. Enólogo: Paula Cárdenas, Viña Quintay. Vinificación: Fermentación y guarda en cuba de acero inoxidable. Sin maloáctica. Notas de cata: Color salmón con aromas de fruta fresca, damascos, duraznos y frutillas frescas. Boca ligera, de taninos dulces y acidez refrescante. Invita, dice su creadora, a relajarse en el atardecer con aperitivos de queso de cabra, sashimi, jamón serrano, buena compañía y jazz.

País Rosado 2016. Cerro Negro Quillón, Valle del Itata. Viñedo: País centenario plantado en alta densidad y en cabeza alta. Suelos de loma granítica y areno-limoso. Productor Juan Anabalón. Enólogo: Patricio Lucero, Viña Undurraga Vinificación: Fermentación y guarda en cuba de acero inoxidable. Nota de cata: Vino color rosa-rubí con  aroma floral y de frutas rojas como frutilla, cereza y grosella roja. Cuerpo liviano  y agreste, fácil de beber, recuerda la rusticidad de las parras viejas de Itata. En boca se sienten los taninos jóvenes y una acidez media. Ideal como aperitivo, se sugiere,  y para acompañar carnes rojas frías, pastas con salsas ligeras, paella y comida chilena.

Cinsault 2016. Pachagua, Valle del Itata. Viñedo: Cinsault de 25 años plantado en alta densidad y en cabeza baja. Suelos de loma con alto contenido de cuarzo. Productor Galvarino Vera. Enólogo: Jon Usabiaga de Viña Aresti  Vinificación: Se utilizaron tres recipientes y formas de vinificación distintas: 1. Vinificación en cubas ovoides de concreto con bayas enteras. 2. Semi-maceración carbónica en barricas de madera de 225 litros. 3. Vinificación convencional en cubas de acero inoxidable, llenado de tanque con bayas enteras. Mezcla Final: 50% cuba acero inoxidable, 36% semi-maceración carbónica en barricas, 14% cuba ovoide de concreto. Notas de cata: Suave color rojo rubí con tintes violeta. En nariz exhibe aromas a fruta roja madura tales como cereza y frambuesa con leves notas a frutos del bosque. En boca es suave, fresco, con acidez lineal y dulce final. Perfecto solo, servido fresco, junto a una buena conversa. También junto a carnes magras como pavo y lomo de cerdo.

País 2016 Cancha Los Huevos Cauquenes, Valle del Maule. Viñedo: País centenario plantado en alta densidad y en cabeza baja. Suelos de loma costera, granítica y arcillosa. Productor José Víctor Mora. Enologos: Felipe Ramírez y Christian Sepúlveda, Viña Bouchon. Vinificación: 50% maceración carbónica + 50% despalillado. Fermentación en tanques de cemento. Notas de Cata: Vino púrpura brillante con aromas florales, a violetas y rosa mosqueta, entremezcladas con frescas notas a guinda y frutilla. En boca es de cuerpo medio,  tanino firme y secante final. Vino de carácter y espíritu libre, dice Sepúlveda. Ideal para acompañar carnes rojas con harta grasita, agregamos nosotros.

País 2016 Coronel de Maule. Viñedo: País centenario, plantado en alta densidad y en cabeza baja. Productor Miguel Bustos. Suelos de loma granítica, arcillosa, y cuarzo presente. Enóloga: Carolina Bustamante, Cooperativa Loncomilla. Vinificación: Maceración carbónica con bajas temperaturas. Guarda en cuba de acero con duelas de roble francés al 10% de concentración por 5 meses. Notas de cata: Vino de rojo púrpura con aromas de frutas maduras, ciruelas y moras, acompañados de delicadas notas de madera. En boca se siente abundante. Es el más recio de todos. Servir acompañado de carnes rojas con su buena beta de grasa.

País 2016 Ninhue Valle del Itata. Viñedo: País centenario, plantado en alta densidad y en cabeza alta. Suelos de loma granítica y limosa. Productor: Ovidio Parra. Enóloga: Jimena Egaña, Viña El Aromo. Vinificación: Fermentación en cuba de acero inoxidable con madera francesa de tostado largo medio plus. Nota de cata: Vino de color rojo guinda seca, capa baja, con intenso aroma a flores silvestres y notas a cereza ácida con suaves toques de caramelo y tostado. En boca es jugoso, sabroso, liviano, muy fácil de tomar; con leve amargor final. Excelente para acompañar choripán, entrañas y morcillas. Especial para llenar de sabor y alegrar el corazón, dice su enóloga.

País 2016 Pencahue Valle del Maule. Viñedo: País centenario, plantado en alta densidad y en cabeza alta. Suelos de loma granítica. Productor: Daniel Mejías. Enólogo: Hector Urzua de Concha y Toro. Vinificación: 15% de Carignan 2016 de Cauquenes. Fermentación en acero y guarda en barricas usadas para ganar medio de boca y complejidad. Notas de cata: Vino de color rojo con notas violáceas. Destacan sus aromas a frutas frescas, frambuesa, frutilla y chocolate blanco. En boca es suave, de cuerpo medio a ligero,  de muy  rica y vibrante acidez. Ideal para acompañar desde ensaladas frescas y  carnes blancas suaves.