Publicación: 12 septiembre 2017

OLA DE CALOR EN NAPA

Mientras todo el mundo ponía los ojos en los huracanes que azotan la costa  Este de Estados Unidos, del otro lado,  el calor ya había causado estragos en la cosecha que está por venir. 

Según informó el sitio www.sfchronicle.com la ola de calor ha convertido lo que parecía, la semana pasada, ser una cosecha prometedora y de rendimientos medios en Napa (California),  en un año que parece más incierto, tanto en calidad como en cantidad.

«He estado haciendo vino durante 34 años, y no creo que Napa haya visto nunca este calor excesivo en esta etapa de madurez», dijo Pam Starr, copropietaria de Crocker & Starr Wines en St. Helena,  a Esther Mobley del San Francisco Chronicle. Las  temperaturas excedieron los 110ºF tres días seguidos (eso es más de 43ºC) . «Pensé que íbamos a lograrlo sin muchas repercusiones, pero ese no es el caso», dijo Starr.

Las repercusiones principales se han visto en  las uvas deshidratas como pasas, debido a que el proceso metabólico de algunas vides tiende a cerrarse. La irrigación puede ayudar a prevenir o contrarrestar la deshidratación en cierto grado, pero muchos enólogos tratan de evitar el riego justamente demasiado cerca de las fechas de cosecha, por temor a diluir los sabores de las bayas.

Starr regó y fue capaz de resucitar parte de su fruta seca. Sin embargo, mientras caminaba a través de su viñedo esta semana, dijo que calculaba que algunos bloques habían perdido hasta el 50 por ciento de su cosecha.

En las montañas de Santa Cruz, el propietario Thomas Fogarty Jr. y el enólogo Nathan Kandler regaron  algunos de sus viñedos, algo que no habían  hecho desde 2009. Eso salvó muchas de sus viñas de la deshidratación, informó Fogarty, pero no todas: «Incluso con el agua, las viñas que reciben la luz solar más directa en Windy Hill Vineyard mostraron un «síndrome de bayas caídas». Esos racimos fueron recogidos por separado. «El vino de estas viñas, agregó Fogarty, irá de seguro  a una apelación más barata».

Pero no todo es tan malo. Las uvas que sí alcanzaron a ser cosechadas antes de que llegara la ola de calor, ya muestran calidad, han informado los viticultores.  Por otro lado, muchas uvas  sin cosechar aún pueden resultar bien. Mucho dependerá de separar las pasas antes de que las bayas lleguen a las cubas de fermentación.  «Clasificar y capturar fruta deliciosa – ese es el objetivo y dejar que las pasas se metan en las cajas de cereal», concluyó Pam Starr.

Esther Mobley es escritora del vino, de la cerveza y de las bebidas espirituosas del San Francisco Chronicle. 

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